justo esta semana han comenzado en Álava y en todo el Estado las esperadas rebajas. Para sacar el mayor rendimiento a las gangas comerciales y no emocionarse demasiado comprando cosas que no se necesitan, basta con seguir unos sencillos consejos.
Lo primero hacer listas. Es la mejor manera de no comprar de manera compulsiva y de comenzar unas rebajas de manera inteligente. Tan importante es tener claro lo que se quiere comprar como lo que se quiere gastar, así que lo mejor es fijar un presupuesto, se trata de poner límites y controlar el gasto. Hay que consultar las cuentas y hacer examen de conciencia para saber lo que se puede gastar durante el periodo de rebajas. Es la mejor manera de dejar a un lado las compras superfluas y apostar por aquello que de verdad importa.
Otra buena idea es la de trazar una ruta de shopping: se empieza por hacer un recuento de aquellas tiendas que no hay que perderse -especialmente aquellas prohibitivas de forma habitual- y establecer un orden de prioridad pensando primero en las más solicitadas.
Desde la OCU informan, además, que los productos deben haber formado parte de la oferta habitual del establecimiento durante al menos, un mes y su calidad no puede diferenciarse en nada de la que tenían antes de estar rebajados.
Algo que ayuda, y mucho, es fijarse (y volverse a fijar) en el precio original que debe aparecer junto al rebajado, o bien indicar de forma clara el porcentaje de la rebaja.
No hay que olvidarse de que en algunos establecimientos se establecen unas condiciones especiales para las compras en periodo de rebajas (sobre la aceptación del pago con tarjeta, las devoluciones, etc.). Pueden hacerlo, están en su derecho, pero esas condiciones se deben tener en cuenta siempre. Lo habitual es que el cliente se entere después de haber hecho la compra?
Hay que conservar sí o sí el tique o factura simplificada de las compras, pues se necesitan para cualquier posible reclamación, cambio, etc.
¿Cuántas veces se dice que no hay que ir al supermercado a hacer la compra con hambre?, pues la misma ley se puede aplicar al mundo de las compras. Ir a las rebajas con una mentalidad compulsiva es el peor enemigo de cualquier comprador.
Una de las mejores maneras de cubrirse las espaldas en época de rebabas es elegir establecimientos adheridos al sistema arbitral de consumo, que ofrecen más garantías al comprador (en caso de desacuerdo se prestarán a reclamar y resolver sus diferencias con el cliente de una manera rápida y gratuita). ¿A pesar de estos consejos surgen problemas? Pues el mejor consejo es no callarse y quejarse.
Un último consejo. Es importante las prendas que se compran, pero también la que se llevan puestas. Un calzado adecuado que no impida deambular durante horas, un abrigo práctico que se pueda quitar con facilidad, un bolso bandolera que dé movilidad y una cartera sencilla y bien ordenada son las claves del éxito.