El afán de protección de los adultos o la falta de herramientas propias para saber transmitir determinadas cuestiones a aquellos que están en pleno proceso de formación hace que, en algunas ocasiones, se vuelquen en los más pequeños miedos, inseguridades o ciertos prejuicios. También en el conocimiento y la gestión de las emociones. Sin afán moralizante, es en esta cuestión en la que incide la nueva creación del colectivo alavés Los Scribas, que después de dos años de la publicación del primer libro protagonizado por su limaco amarillo Júmbol, vuelven ahora a darle vida a su personaje con la mirada puesta, sobre todo, en los lectores a partir de 3 años.
“El formato, la filosofía y el objetivo no tiene nada que ver con un libro de texto, sino ser un cuento ilustrado para niños. Cuando hacemos este tipo de trabajos, pensamos que tienen un primer nivel de entretenimiento, de disfrute. Y luego que tiene un segundo de interpretación de la historia, de análisis por así decirlo”, explica José Ramón Sobrón, componente junto a Rosabel Argote, de Los Scribas. “A los niños y niñas de 3 años les va a servir para entretenerse puesto que todavía no saben leer pero sí se impactan con las formas y los colores; los que ya tienen más edad y tienen capacidad de leer, van a tener entre las manos un libro que les va a llamar en lo visual pero en el que también van a encontrar un mensaje”, apunta.
Para hacer posible El viaje de Júmbol por las emociones, el colectivo ha contado con la colaboración de la diseñadora gráfica gasteiztarra Jone Zugazaga y la ilustradora pamplonesa Myriam Cameros (colaboradora de la revista ON que cada sábado publica el Grupo Noticias). “No nos interesa trabajar con cualquiera, sino que buscamos personas con las que tenemos una sintonía que no sólo es profesional”, describe Sobrón.
Así, entre los cuatro han dado forma a este recorrido de Júmbol por diferentes mundos que responden a distintas emociones. “Al final y al cabo, es un cuento en el que el protagonista es un limaco que va por la vida intentando transformarla”, visitando lugares como Feliciudad o Nerviópolis “Hay cosas que los más pequeños son capaces de captar con mucha naturalidad, frescura y espontaneidad como parte de su mundo, aunque los adultos parece que estamos estigmatizados. A partir de ahí, lo que decimos es que todas las emociones (euforia, tristeza, alegría, miedo...) son necesarias para conformar a una persona. Lo que se trata es de conocerlas y respetarlas todas, saber gestionarlas para pasar más rato en unos países que en otros, sabiendo que todos ellos nos conforma tal y como somos. De todos es necesario aprender”, como explican Los Scribas a través de estas páginas.
Esta nueva entrega toma el relevo a El gran viaje de Júmbol, libro en el que el limaco mostraba que cualquiera puede dejar huella en el mundo.