OVIEDO. Los datos estadísticos revelan que justo antes del estallido de la crisis, en 2008, el gasto per cápita en ocio y cultura había alcanzado los 1.300 euros al año por habitante, su máximo histórico. Tres años más tarde, en 2011, esa cantidad cayó en picado hasta situarse por debajo de los 1.100 euros, colocándose en niveles similares a los de 2004.

El equipo liderado por el profesor Levi Pérez ha trazado una radiografía macroeconómica de cómo ha afectado la crisis al gasto que realizamos en ocio y cultura utilizando como fuente los datos anuales de Gasto en Consumo Final de los Hogares (Household Final Consumption Expenditure) que registra EuroStat.

La tendencia a destinar menos dinero a ocio y cultura es generalizada en toda Europa, pero en el caso español las tasas de variación del gasto son mucho más acusadas. Hasta el año 2007 el gasto en ocio de los españoles crecía por encima del 3 por ciento respecto al año anterior, el impacto de la crisis coloca esa tasa en un -4% en el año 2009. Durante la crisis, en Europa y en España se ha seguido la misma tendencia aunque las oscilaciones registradas en nuestro país han sido siempre más acusadas.

DIFERENCIAS ENTRE ESPAÑA Y PAISES EUROPEOS

"El siguiente paso de nuestra investigación trata de explicar el porqué de esa evolución del gasto", explica Levi Pérez, "un primer factor para aclarar las variaciones entre España y Europa es que, sin duda, la crisis no ha afectado igual a nuestro país que a otros de la Unión Europea en los que el nivel de renta disponible se ha mantenido más alto."

El primer paso del trabajo realizado por el especialistas de la Universidad de Oviedo ha sido acotar el concepto ocio para distinguir qué entra y qué no en ese capítulo. Los investigadores han tomado como referencia la clasificación estadística que se utiliza para el cálculo de los índices de precios y que incluye una categoría de Ocio y Cultura.

Dentro de ella, las cifras revelan que el mayor gasto en ocio de los españoles se va al pago se servicios culturales, deportivos y de ocio y a los juegos de azar. El segundo concepto en el ranking de gasto es la adquisición de tecnología relacionada con la información (PC, tablets, videoconsolas, etc.) o con el audiovisual (cámaras fotográficas y de vídeo, televisores, equipos de música, etc.) Por detrás se sitúan el gasto vacacional, la compra de bienes recreativos y de equipamiento (juguetes, hobbies, juegos, equipamiento deportivo, mascotas, jardinería, etc.) o la adquisición de libros y material de papelería.

Cabe señalar que todo lo relativo al consumo en restaurantes y hoteles queda fuera de este cómputo ya que existe una categoría estadística específica.