Bilbao - Chica de los 60 e “historiadora antes que nada”, Idoia Estornés (Santiago de Chile, 1940) admite que relatar la premiada obra Cómo pudo pasarnos esto en la voz de la primera persona ha supuesto “chocar” con ella misma, pues dista mucho del estilo que adopta en sus textos e investigaciones relativos a la historia. A su juicio, emplear el yo en una obra literaria presenta dos opciones: “O mientes descaradamente -algo que se suele hacer-, o no te queda más remedio que analizar todo lo que dices, en una labor de psicoanálisis”. La autora, afincada en Euskadi desde 1967, afirma que cada uno “construye un sinfín de novelas personales” a lo largo de su vida, pero que lo importante es arrojar “una visión honrada de los hechos... si es que uno puede ser honrado consigo mismo”, ironizó.

Del castellano al ‘euskeranto’ Al margen de la voz empleada en sus obras, Estornés aseguró que su lengua materna es el castellano, “el de Suramérica”, puntualizó. Por tanto, es en esta lengua donde escribe con mayor facilidad, si bien ello no obsta a que domine otras lenguas como el inglés, el francés y el euskera, o euskeranto, tal como se refirió en broma a su forma de hablar en euskera, pese a ser poseedora del título EGA. La historiadora dirigió hasta 2005 la redacción y actualización de la Enciclopedia Auñamendi de los hermanos Estornés Lasa (tío y padre de la escritora). Tras esta labor, decidió jubilarse para retomar todos los escritos, apuntes y “diarios de chavala de 12 años”, a los que ha dado forma en Cómo pudo pasarnos esto. Crónica de una chica de los 60, una obra que vio la luz en parte gracias a Ramon Saizarbitoria: “Me pidió que le enviara el borrador -recordó Estornés-, y me dio tanto pudor como cuando me puse el primer bikini, ¡estaba temblando!”. La respuesta de Saizarbitoria disipó sus titubeos: “¡Tienes que publicarla!”. - A. S.