Vitoria - Hasta las siete de la madrugada del ya domingo, el recinto de Mendizabala y los irreductibles que todavía allí quedaban estiraron la decimotercera edición de un Azkena Rock Festival que, tras una primera jornada pasada por agua y una segunda que empezó también con una breve pero intensa tormenta, por fin consiguió vivir una recta final incluso con la compañía del sol. Atrás quedan 27 de los 28 conciertos previstos, porque aunque fue imposible recuperar la actuación de Bombus, los gaditanos Bourbon sí pudieron encontrarse con el público. De hecho, fueron ellos los que pusieron los últimos sonidos de una cita que ya es pasado.

Pero antes de cerrar de manera definitiva el evento y ponerse a pensar en el próximo año, es momento de hacer balance cuantitativo y cualitativo de lo vivido en la capital alavesa durante viernes y sábado. En el primer apartado, según los datos oficiales de la promotora vasca Last Tour International, el ARF se cierra con una asistencia global de 26.032 personas tras recibir a 14.102 el primer día y 11.930 el segundo.

Antes de que se produjese la edición de este año, la organización del evento ya avanzó que se esperaban unos números similares o incluso algo superiores a los de 2013, lo que al final se ha terminado cumpliendo ya que cabe recordar que hace doce meses el certamen se cerró, también teniendo dos días, con 25.406 incondicionales.

Como ha sucedido en el pasado, el ARF se cerró sin mayores incidencias fuera de lo musical, salvo por las consecuencias de las tormentas y la lluvia que cayó el viernes, que llevaron al festival y al Ayuntamiento de Gasteiz a habilitar el frontón de Mendizorroza como espacio de descanso para aquellas personas que estaban en el camping y cuyas tiendas se habían visto afectadas por el tiempo.

Los sonidos Pero más allá se encuentra la música, es decir, lo importante. Y lo curioso es que el cartel del sábado, aún siendo el que menos gente atrajo, fue el que ofreció momentos más brillantes. De hecho, dos de los tres conciertos más destacables se produjeron en el día de clausura.

Entre lo más destacable es complicado elegir entre Kadavar, Unida y The Strypes, aunque tal vez la balanza se incline un poco hacia estos últimos ya que el joven cuarteto irlandés superó todas las ya de por sí altas expectativas que había generado su visita. Si alguien se pregunta si el rock tiene futuro, en ellos está una buena respuesta.

En la zona noble, aunque sea un paso por detrás, también se encuentran Seasick Steve (a pesar de que fue de los que peor suerte tuvo con la tormenta), Wolfmother, The Temperance Movement, Joe Bonamassa, Marah y Monster Truck.

Ahora llega el momento de pensar en el ARF 2015, una edición que debe ser diferente con respecto a los dos últimos años en cuanto a planificación y oferta para lo que ya hay firmado un convenio entre el festival y el Consistorio.

Sobresaliente. The Strypes, Unida y Kadavar.

De notable. Seasick Steve, Marah, Monster Truck, The Stranglers, The Temperance Movement, Wolfmother y Joe Bonamassa.

Más allá de la lluvia. Hudson Taylor y Royal Thunder no han sabido estar a la altura en una cita muy marcada, sobre todo el viernes, por el tiempo.