Madrid. La actriz estadounidense Scarlett Johansson desató recientemente una gran polémica en las redes sociales al protagonizar un anuncio de Sodastream, una empresa israelí de refrescos con sede en Cisjordania. El movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones aseguró recientemente que esta fábrica se ahorra alquileres y su localización "impide la continuidad de un futuro Estado palestino". A pesar de los numerosos comentarios negativos, el vídeo se emitirá en directo en la final de la Super Bowl. Foto: Sodastream