barcelona. La boda de una sobrina del multimillonario indio del acero Lakshmi Mittal, que ha sido la comidilla de Barcelona durante toda la semana, sorprendió ayer a la ciudad con su lujo y exotismo.

Tras día y medio de festejos previos en diferentes lugares de Barcelona como el Museo Marítimo y el pabellón italiano de Montjuïc, los más de quinientos invitados se han dado cita esta tarde en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), donde se celebró el enlace matrimonial por el rito hindú.

Los invitados llegaron en autocares hasta el MNAC, donde fueron recibidos al son de percusiones con tintes de batucada y por atentos camareros que servían refrigerios en una tarde-noche que quiso sumarse a la fiesta con una climatología suave y luminosa.

Entre los invitados se encontraban el presidente de la Generalitat, Artur Mas; la delegada del Gobierno en Catalunya, Llanos de Luna; la vicepresidenta del gobierno catalán, Joana Ortega, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias.

El novio, Gulraj Behl, de 36 años y que trabaja como alto ejecutivo en el banco HSBC, llegó al MNAC como estaba previsto a lomos de un corcel blanco, el mismo color de su traje tradicional, que hacía resaltar más el fucsia de su turbante.

Precisamente estos dos colores eran los que estaban casi vetados a los invitados para que resaltaran de forma especial los atuendos de los contrayentes, ya que la novia, Shristi Mittal, de 26 años y sobrina del multimillonario indio del acero Lakshmi Mittal, lucía un vestido de tonos fucsia.

El novio, a caballo, pasó bajo un arco floral para dirigirse al lugar donde esperaban los invitados, casi a partes iguales con indumentarias tradicionales u occidentales, mientras un drone dotado de una cámara sobrevolaba a los asistentes y filmaba el momento.

Tras una espera de unos tres cuartos de hora, llegó la novia en una limusina Mercedes a la que se dirigió presto el novio para cruzar nuevamente ambos el arco floral y dirigirse bajo un palio también con motivos florales hasta el lugar donde se celebraba la recepción de los invitados. Tras la ceremonia nupcial, los novios y los asistentes disfrutaron de un espectáculo pirotécnico acompañado por el de agua y color de las fuentes de Montjuïc, éste último regalo de bodas de Barcelona a los contrayentes.

Y este enlace, que empezó el pasado jueves con una recepción y una fiesta para los invitados, siguió con el banquete nupcial en la Sala Oval del MNAC, donde después los asistentes pudieron bailar y festejar hasta la madrugada.

el menú El prestigioso cocinero Sergi Arola fue el elegido para elaborar el menú que degustaron los ya recién casados y sus invitados, mientras que el reputado pastelero Christian Escribà fue el encargado de elaborar un pastel con tonos azul cielo y estilo anglosajón de seis pisos y 60 kilos de peso. La mayor parte de los invitados estaban alojados en el hotel Arts y el hotel W, ambos frente al mar y en cuyas cercanías se ha visto a muchos indios estos tres últimos días paseando y disfrutando del buen tiempo.

Aunque todavía no hay cifras de la repercusión económica que este acontecimiento aportará a la ciudad, se espera que sea importante e incluso algo superior a la que dejó en París en 2004 la boda de la hija del magnate: unos 60 millones de euros.