PAMPLONA. Mañana, 16 de noviembre y los días 22 y 23, sin la participación de "El Drogas", su exvocalista, el grupo ha citado a sus seguidores en el pabellón Anaitasuna, una especie de "fortín" en el que han tocado con cada salida de un nuevo álbum.
Estos conciertos no tendrán continuidad en una gira nacional, aunque no descartan volver a reunirse en momentos puntuales para tocar en un futuro, ha dicho en una entrevista a Efe Alfredo Piedrafita, el bajo de una banda por la que nadie "daba un duro" cuando empezaron.
Sin embargo, para este músico Barricada se ha convertido en un grupo mítico en España y en "la banda sonora" de la vida de mucha gente, con asuntos que preocupan a la sociedad y que siguen vigentes, desde el racismo o el maltrato a las mujeres hasta el movimiento "okupa".
La banda dice adiós con el sentimiento de que durante tres décadas "han significado" algo, pues no siempre han estado en la cima, pero han continuado su trabajo "día a día", desde los veinte años con los que empezaron hasta los cincuenta con los que se van.
Barricada se despide más de un año después de que "El Drogas" decidiera dejar la banda, pero también después de publicar su último disco "Flechas cardinales" que, según Piedrafita, ha sonado a la Barricada "de los orígenes".
Con la marcha del segundo vocalista, Boni, los componentes del grupo tomaron la decisión de no seguir con la banda y dedicarse cada uno a sus proyectos musicales personales, conscientes de que, según Piedrafita, "Barricada está más allá" de lo que ellos individualmente "puedan hacer".
Los conciertos serán "una despedida entre Barricada y su gente", por lo que estarán "llenos de emoción" y momentos en los que "será difícil acercarse al micrófono" a cantar, ha reconocido el guitarrista.
Durante su larga trayectoria, han conseguido convertirse en una banda de rock imprescindible en el panorama musical español, aunque cuando empezaron apenas tenían referentes nacionales, por lo que se inspiraron en los grandes grupos de la época, como Led Zeppelin o Deep Purple.
Uno de sus mejores recuerdos es la celebración improvisada de su 25 aniversario en la Plaza del Rastro del barrio de la Chantrea, de Pamplona, donde comenzaron a tocar a principios de los ochenta.
Los vecinos salieron a la plaza, los maestros de las ikastolas abrieron las puertas para los niños y en el ambulatorio cercano los médicos se asomaron a las ventanas, ha rememorado a Efe Piedrafita.
Barricada ha tenido también malos momentos, como la muerte de Mikel, su primer batería, que se desplomó para "nunca más volver a despertar" tras un concierto de la banda en 1984, y la marcha de algunos de sus miembros, de la que han sabido recuperarse.
Todos los grupos han tenido su leyenda negra y en España, ha destacado, ha sido difícil para el "rock and roll", ya que no se considera que tenga "pleno derecho" en la cultura, cuando en el Reino Unido o Australia a los jóvenes se les educa para que puedan dedicar su vida a esta profesión.
El 23 de noviembre se subirán por ultima vez a un escenario para interpretar algunas de sus canciones más emblemáticas, casi himnos de una época, como "Oveja negra", "Okupación", "Contra la pared", "No hay tregua", "Pasión por el ruido" o una de las favoritas de Piedrafita, "Animal caliente".