Los ángeles. Encerrado en la cárcel para hombres del condado de Los Ángeles, Conrad Murray espera con ilusión poner en orden su vida tras cumplir su condena por el homicidio de Michael Jackson, un crimen que nunca reconoció y que le perseguirá siempre. Está previsto que el médico salga a la calle hoy, una fecha estimada por las autoridades penitenciarias, para recobrar su libertad sin condiciones ni supervisión alguna. "Será completamente libre", aseguró su abogada Valerie Wass. Murray, de 60 años, sabe lo que quiere hacer y aún no ha dicho su última palabra sobre el trágico final del rey del pop, pero mantiene por el momento sus planes en secreto. Wass aseguró que primero quiere tomarse un tiempo para estar con su familia, para "ver a sus hijos".
"En algún punto hablará con los medios de comunicación", adelantó la encargada de apelar el veredicto que le metió entre rejas en noviembre de 2011, cuando un jurado determinó que era el responsable directo del fallecimiento de Jackson. Según la sentencia, Murray cometió negligencias severas en el cuidado de su exclusivo paciente, unos errores tipificados como homicidio involuntario. Michael Jackson falleció el 25 de junio de 2009 por una sobredosis de anestésicos que usaba para dormir, fármacos que le suministraba Murray, a quien había contratado en acuerdo con la promotora AEG para que fuera su doctor particular y le acompañara a Londres, ciudad donde iba a reaparecer sobre los escenarios en julio.
Murray reconoció que trataba a Jackson con sedantes pero siempre mantuvo su inocencia respecto a lo sucedido el fatídico día. "Todas las evidencias apoyan el testimonio del doctor dos días después de la muerte, que él no le administró la dosis. Nuestra creencia es que Jackson se la dio a sí mismo. No pudo ocurrir de otra forma", afirmó Wass. La teoría de que el cantante era un adicto en caída libre fue empleada también por AEG en el juicio civil concluido este mes y en el que otro jurado falló a su favor frente a la demanda de la madre del artista, que reclamaba una indemnización multimillonaria a la empresa por emplear a Murray.
JUICIO Además, ese tribunal concluyó que el doctor era competente para cuidar de la salud de Jackson, por lo que descartó que AEG actuara mal. Wass ya había predicho el desenlace de ese juicio poco antes en una televisión local. "Se le contrató para ser su médico personal, no un experto en adicciones", explicó. La decisión sobre la apelación no llegará, en cualquier caso, antes de diciembre, según pronosticó Wass, quien recordó que aunque su cliente fue sentenciado a 4 años de prisión se aplicó en su caso la nueva ley penitenciaria del estado de California que entró en vigor en octubre de 2011 (Criminal Justice Realignment Act).
Esa normativa autorizó a que reclusos no peligrosos de EEUU pudieran estar en cárceles del condado y que los prisioneros descontaran por cada día de buena conducta, un día más de condena, de tal forma que los 4 años de pena en la práctica se quedan en la mitad. "Él es un preso modélico. Ha cumplido su tiempo muy respetuosamente. La gente cree que está saliendo antes de lo que debería pero no es verdad. Ha estado allí cada uno de los días que se le requirió. Puede que dos años no le parezca mucho a la gente pero él no es un convicto común, es un profesional condenado por negligencia", argumentó Wass.