Una Vespa que conduce por un idioma y su relación con una localidad. El primero es el euskera, el segundo es Oion. Una moto que hila 23 testimonios en representación de no pocas historias sobre una cultura que va más allá de fronteras, rigideces y polémicas. Es el documental Euskal Herriko nonbait, dirigido por Gontzal Fontaneda. Como no podía ser de otra manera, la película se estrenó hace unas semanas en el pueblo de Rioja Alavesa, iniciando un nuevo camino más allá de la carretera que este lunes hace parada en Gasteiz.
Será, en concreto, el auditorio de Artium el que acoja la presentación del documental a partir de las 20.00 horas y con la entrada gratuita hasta completar el aforo. Una cita especial también para el director del filme, Gontzal Fontaneda, y su equipo (su familia) puesto que será el momento en el que después de muchos viajes de Vitoria a Oion para poder hacer realidad este proyecto, el tránsito sea al contrario.
Hace más de dos años y medio que esta aventura empezó a gestarse y desde entonces hasta el pasado 25 de abril, que es cuando se terminó el rodaje antes de entrar en la última parte de la producción, las idas y venidas en momentos robados al tiempo libre fueron innumerables.
Todo para reflejar la situación del euskera así como la vivencia de la cultura vasca y su relación con la riojana en un Oion que sirve como ejemplo de otras zonas de Rioja Alavesa y de la Ribera navarra. Eso sí, la elección de la localidad no es baladí ya que el punto de arranque del proyecto fue la extrañeza que le causó a Gontzal Fontaneda el comprobar que todos los días hay un autobús que va de Logroño a la ikastola del pueblo y no sólo con hijos de vascos residentes fuera de la comunidad autónoma.
Ese fue el principio del hilo del que tirar en diciembre de 2010. A partir de ahí, y con esa Vespa como nexo de unión, se fue construyendo un documental de 45 minutos de duración que también se ha podido ver ya en el primer canal de ETB. El grueso de las 23 entrevistas que conforman la parte fundamental del filme se rodaron en tres jornadas intensas, aunque han sido muchas las escapadas necesarias para hacer contactos, encontrar localizaciones, disponer de archivos fotográficos y audiovisuales... y un largo etcétera de detalles que se fueron sumando, siempre contando con la colaboración desinteresada de una larga lista de personas.
El documental, que ha sido producido sin ningún tipo de ayuda o financiación pública, ha sido además doblado por entero tanto al castellano las partes que son euskera como al revés.
El estreno en Oion contó con una participación muy elevada. De hecho, el cine de la localidad se quedó pequeño para poder ver este trabajo. Ahora, tras su paso también por la pequeña pantalla, llega la invitación para los espectadores de la capital alavesa.