En una investigación continua, en una prueba tras otra donde encontrar el resultado es también una invitación para seguir buscando. En esa dinámica siguen, y no tienen ninguna intención de parar, Pájaro 1 Pájaro 2. Desde el principio de su proyecto conjunto, la curiosidad sonora ha sido el motor del dúo gasteiztarra, un modo de hacer y entender la música que se ha plasmado en no pocos conciertos dentro y fuera del territorio y que ahora se traduce además en la publicación de su primer trabajo discográfico.
Diez son los temas, como The place we go, Izateko o Que corto, que componen este álbum homónimo y autoproducido que se puede descargar de manera gratuita en bandcamp.com o comprar en formato físico (sólo se han editado 150 ejemplares) por 10 euros. Un trabajo grabado por Álvaro Larrory y David Madinabeitia de forma intermitente a lo largo de varios meses junto a Javier Letamendia (El Inquilino Comunista, We Are Standard...) que ahora ve la luz "por el placer" de tenerlo entre las manos y como "tarjeta de presentación" hacia quienes todavía no les conocen.
"El disco surgió de una manera muy natural. Fuimos a Bilbao a tocar en la presentación del festival Bilboloop y cuando terminamos, vino Javi y nos dijo: hay que hacer un álbum y quiero ser yo quien lo grabe", recuerdan ambos intérpretes sobre el inicio de un trabajo masterizado por Iosu González (Noisestudioa) y que cuenta con el arte gráfico de Javi Prieto.
Toda vez terminado, tener el CD entre las manos ha sido un momento especial para ellos. Aunque ambos son conscientes de que, como en sus actuaciones, ahora es el momento de los otros, del público. De gente que, tanto si ya les ha escuchado como si no, se encontrará con un disco que recoge de forma fiel el espíritu de un dúo imposible de definir. ¿Rock? ¿Pop? ¿Americana? ¿Psicodelia? "Nunca hemos querido buscar un estilo concreto a la hora de hacer música, sino encontrar canciones que sonasen bien. ¿Qué más da si un tema tiene un poco de reggae? Hay que acabar con esos escrúpulos. Lo que buscamos es el sonido. Es lo importante".
Su debut discográfico, como ellos mismos dicen, ha sido el resultado de su primer experimento, de todo lo que han ido sumando y restando desde que se unieron. Tanto Larrory como Madinabeitia venían de otros proyectos, propuestas de las que se conocían aunque sin poder llegar a concretar ninguna colaboración con otros músicos implicados que cuajase. Pero tenían ganas de probar solos y en 2011 dieron los primeros pasos.
Fueron meses de estar en el local de ensayos, buscando, investigando, proponiendo. Así hasta que en enero de 2012 llegó su primer concierto, que no fue ningún punto final en ese proceso de experimentación. Todo lo contrario. "Más que formar un grupo, queríamos probar, ver qué podíamos ser capaces de hacer entre los dos", describen.
De esta forma fue tomando cuerpo un dúo que, además, ha conseguido enganchar rápido al público. "Cuando montas una banda, siempre llamas tú para tocar. Pero en esta historia, son los otros los que nos llaman para que vayamos a actuar. El boca a boca nos ha funcionado muy bien y nosotros utilizamos los conciertos para seguir probando lo que pensamos durante los ensayos. Hemos llegado a hacer verdaderos disparates de temas", ríen, al tiempo que se preparan para los siguientes pasos en sus trayectoria porque "con toda esta experiencia hemos aprendido cómo funcionamos cada uno y cómo podemos hacerlo mejor a nivel creativo".