hoy se inauguran nuevas propuestas en Artium, un museo que ha visto reducido su presupuesto un 25% este año. Una de sus salas se cerró a principios de 2013, año en el que se van a realizar dos exposiciones menos que el anterior. Y ahora, hace unos días, se han anunciado nuevos recortes en los salarios de los trabajadores, el director económico se toma un año de excedencia laboral y Blanca de la Torre abandona voluntariamente su puesto de conservadora para seguir con su carrera profesional lejos de nuestra ciudad. Todo esto se está haciendo para reducir gastos.

La cuestión es la siguiente: ¿hasta qué punto se pueden minar los recursos de nuestro museo sin que ello no afecte a su actividad, a su eficacia, a su cometido? Y también a la cultura que se genera en nuestro territorio. Porque no olvidemos que ahora mismo el centro cultural Montehermoso está funcionando bajo mínimos, sin apenas plantilla y sin presupuesto. Que el Proyecto Amarika desapareció hace más de un año. Que el centro cultural Krea se ha quedado ahí, en el esqueleto, sin inaugurarse, convirtiéndose en una gigantesca y hueca escultura que parece simbolizar la debacle de la cultura pública en nuestra ciudad.

Artium cabalga en solitario en Vitoria-Gasteiz, intentando dar respuesta a múltiples y diversas necesidades. Intentando hacer realidad las expectativas de muchos, desde funcionar como engranaje del turismo cultural hasta intentar cumplir como difusor de las propuestas que surgen en nuestro entorno. Tiene cada vez más tareas que asumir, pero con menos recursos. Y con la presión de sentirse en el punto de mira. Todas las críticas y las esperanzas del sector cultural de nuestro territorio se proyectan sobre Artium.

Como señalaba, Blanca de la Torre abandona su actual puesto en Artium después de cuatro años funcionando como antena externa de este museo. Y también como intuitiva oteadora de todo lo que se cocía fuera de nuestra ciudad. Muchos viajes visitando a artistas, exposiciones, ferias, encuentros, charlas, mesas redondas? Una pena perderla.

Aparte de comisariar muchas de las exposiciones que hemos visto últimamente en nuestro museo, puso en marcha el interesante proyecto Praxis por el que están pasando muchos jóvenes creadores y que nació de la necesidad de habilitar propuestas adaptadas al escenario actual de crisis económica. Un proyecto sustentado en valores como el reciclaje, la acción directa y el hazlo tú mismo. En Praxis, el artista juega un papel mucho más activo que una exposición convencional. Por ejemplo, sus exposiciones se abren al público desde su origen, de manera que el espectador puede asistir a todos los pasos de generación. Aunque Blanca se va, Praxis seguirá desarrollándose en Artium bajo la coordinación de otra persona.