Madrid. Que Katy Perry habla más de la cuenta lo averiguamos el día que sacó su primer single I kissed a girl; siempre se ha declarado sincera y liberal, aunque hay temas con los que no se muestra tan abierta.
La joven de 28 años lleva años siendo muy buena amiga de Rihanna, compañera de profesión y de alguna que otra juerga, aunque sus estilos de diversión han ido variando con los años. Como en toda amistad, las amigas han tenido riñas, aunque algunas mucho más fuertes que otras.
El día que Rihanna volvió con su exnovio, Chris Brown, después de que éste la hubiera pegado, Katy se echó las manos a la cabeza; pensaba que estaba cometiendo un grave error, y así se lo comunicó. Esa relación se metió entre ellas y enquistó su amistad, alejándo a la una de la otra ya que Rihanna hacía oídos sordos y Katy no paraba de decirle que no aprobaba lo que hacía.
Para empeorar la situación, Katy declaró ya en julio a la revista Elle que no pensaba salvarla ni ayudarla nunca más con sus problemas de hombres, que podía apañárselas sola y sin su apoyo.
Tuviese o no razón Katy Perry, con el tiempo se reconciliaron, aunque siguieron llevando un estilo de vida muy diferente.
Rihanna incansable juerguista, se declaraba amante de la marihuana y bebedora insaciable contrastando con Katy, más tranquila en su vida personal, con un divorcio ya a sus espaldas (con el cómico y actor inglés Russel Brand), más mayor que Rihanna y amante de la meditación.
Ahora la extravagante artista ha declarado a Elle muchos de los secretos más inconfesables de su amiga Rihanna: "Siempre la veo y pienso ¿cómo es que está siempre tan alegre? ¿Siempre tan feliz? Todos sabemos toda la marihuana que fuma".
Comentaba que "también sabe todo el mundo que no duermes, subes fotos a las 4 de la mañana a Instagram añadía evidenciando la vida más desestructurada y sin ningún tipo de disciplina que lleva su supuesta amiga. No se conoce la reacción de Rihanna pero es muy posible que no sea buena.