araia. Fue el domingo a la noche cuando, terminado el último espectáculo en el polideportivo Arrazpi, al director y fundador del Festival de Teatro de Humor de Araia le llamaron de urgencia para enfrentarse un problema imprevisto. Antes de que comenzase esta vigésima edición del certamen, Javier Alkorta Txortas, había repetido más de una vez que la única celebración posible para estas dos décadas era que la cita se siguiese llevando a cabo y más en los tiempos actuales. Sin embargo, quienes le acompañan en esta aventura decidieron lo contrario y ese obstáculo final fue, en realidad, una tarta que reproducía el cartel de este 2013.
"Me pillaron por sorpresa cuando en realidad tendría que ser yo el que hubiera tenido un detalle con ellos y ellas. A veces tengo un protagonismo excesivo también de cara a los medios, pero tengo claro que sin toda la gente que se implica en este festival, nada sería posible. Por eso ahora que esta edición ha terminado mi primera sensación es de gratitud y admiración hacia la gente de Araia y hacia todos los que hacen posible esto", apuntó ayer Txortas todavía en un pabellón que poco a poco iba retirando los elementos que estos días le han convertido en escenario. "¿Cómo puedes dar las gracias a una persona que ha sido madre hace cuatro meses y que como es la encargada de la venta anticipada, ahí te la encuentras haciendo números con una mano en la calculadora y la otra sujetando al niño mientras toma teta?", ejemplificó.
De todas formas, y aunque todavía queda el camino de cerrar presupuestos y hacer los balances finales, el director del certamen tiene claro que el festival ha terminado, tras cinco jornadas de representaciones, "con sensaciones muy positivas", más allá del cansancio. "Todos tenemos una sonrisa porque a pesar de las dificultades económicas se ha conseguido hacer una edición de calidad", apuntó Alkorta a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, medio colaborador de la cita escénica.
Pero estas primeras ideas sobre cómo ha caminado el certamen en su trayectoria del miércoles al domingo tienen también su sustento. Para empezar, en la recaudación, que ha crecido con respecto a la obtenida el año pasado. "Puede que no sea una muy significativa, pero tal y como está todo, es un dato importante", remarcó Txortas sobre un 2013 en el que también aumentó el número de abonos vendidos para asistir a los montajes del polideportivo. De hecho, dos de los montajes colgaron el cartel de completo (Pepe Viyuela y Las Chirigóticas), otros dos estuvieron al 75% del aforo posible (Cascai y Enfila't) y uno superó el 60%, la versión en euskera que Vaivén presentó de Terapiak, "algo que se debe valorar porque no muchos montajes en euskera meten casi 400 personas en un teatro incluso en zonas donde es el idioma mayoritario".
Todo ello ha dado una media de asistencia a los montajes del Arrazpi de 538 personas, "lo que es una respuesta a tener muy en cuenta, también por la cantidad de gente que ha venido de fuera y no me refiero sólo a Gasteiz sino también, por ejemplo, a Pamplona, Irurtzun... ya que nosotros no nos podemos permitir tener una web para la venta de entrada online así que estás hablando de personas que se han tenido que preocupar no sólo sobre cómo venir sino también en conseguir los pases y demás".
De la respuesta del público también habla el hecho de que Pez Limbo tuviera que hacer dos representaciones más de las seis previstas en un principio de ¿Espinazo o callos? debido a la demanda. "En el caso de Detritus la cosa ha estado algo baja, pero ellos no han terminado insatisfechos", comentó Txortas, consciente de que en los montajes de calle se ha conseguido mantener un nivel aceptable más allá de que "siempre hay unas propuestas mejores que otras" y de que el final de Entre lombrices, de Kolectivo Monstrenko, generó alguna que otra polémica, algo que, por otro lado, es lo que busca.
De todas formas, mientras se recoge lo de esta edición es tiempo de empezar a mirar a la de 2014, cuando el día 15, la jornada sobre la que el festival articula siempre el resto de días y cuando coincide con el Artzain Eguna, cae en viernes. "Ya estoy mirando el calendario", aseguró Alkorta. "Vamos a ir poco a poco pero, bueno, ha habido algún espectáculo que no hemos podido tener esta vez por cuestiones de agenda, que tal vez dentro de 12 meses... Ya hay cosas para ir haciendo", apuntó el fundador de un festival que en este vigésimo aniversario, eso sí, no pudo cumplir con uno de sus objetivos personales: "me quedé sin ver a Las Chirigóticas; bueno, algún trozo, pero espero que vuelvan pronto".