lluvias torrenciales, tormentas veraniegas o hasta el tenaz txirimiri plasman la esencia del norte. De cierto halo misterioso y esencia combativa. Así es la lluvia del norte. Así es Northern Rain, la nueva banda gasteiztarra que constituye, desde hace unas semanas, una nueva muesca en el engranaje rockero de la capital alavesa. Idoia Areizaga (voz y piano), Ramón Varela (bajo), Oskar Castellano (batería, coros) y Óscar de la Vega (guitarras, coros) componen la nueva formación que acaba de presentar su trabajo de debut, La primera tormenta, sobre la tarima del Urban Concept y junto a sus compadres Cobalto. Un debut "accidentado" según Óscar de la Vega. "Hasta se nos rompió una cuerda, pero lo pasamos bien y salimos contentos", explica el guitarrista del grupo. El camino ha sido largo pero, según relata Óscar, llevadero pese a la tormenta.
"Oskar, el batería, y yo llevábamos muchos años tocando juntos. Hace tiempo estuvimos en un grupo que se llamaba Vía Libre y no nos fue mal... Más tarde con Non Gratus también tocamos bastante", recuerda el músico. Tras éstas y otras experiencias, los Oskar seguían trabajando en sus ratos libres pero exentos del ropaje de bajo y vocalista, así que se pusieron manos a la obra. Primero, de esto hará ya un par de años, contactaron con la guipuzcoana Idoia Areizaga. "Fue a través de Puri Santamaría (La Mujer Barbuda, Confonik), que es profesora de canto, ella nos la presentó. Habíamos probado a más gente pero nos gustó mucho", explica Óscar a la vez que reconoce que "al principio era un poco escéptico con lo de la voz femenina. El otro Oskar sí que quería probar, aunque reconozco que me ha acabado convenciendo". Idoia se había formado en coros, de hecho integró la formación vencedora del certamen emitido por ETB Oh happy day!, y, además, tenía influencias de estilos cercanos a lo que Northern Rain se proponía como el heavy y el gótico, así que su integración fue sencilla. Poco más tarde llegó Ramón para hacerse cargo del bajo de la banda. "Él había tocado otras cosas pero venía, últimamente, del jazz. Le apetecía hacer rock pero un rock melódico", recuerda Óscar.
Estas influencias explican el estilo de Northern Rain, rockero pero melódico, templado. Con letras reflexivas, de cierta hondura pero sin caer en la vis explícita que acogen ciertos grupos de cariz imberbe, "que pueden significar cosas diferentes para cada uno", zanja el guitarrista de la formación. Un estilo que "se oye pero no se ve tanto", opina Óscar. El hard rock y el rock and roll puro y duro son los principales influjos de este nuevo proyecto que ya navega por los cauces norteños. Tras la presentación del disco hace un par de semanas, la banda comparecerá de nuevo frente a su público en la localidad burgalesa de Tuvilla, un día antes del txupinazo de La Blanca, y en un evento que aunará fuerzas en contra del fracking para no perder la esencia combativa y alavesa que contribuye a su definición como banda.
Allí desplegarán de nuevo el repertorio de este La primera tormenta donde ha puesto su granito de arena un hombre fuerte de la escena local. Ismael Aramesti, alias Jack Carmine del dúo country Lobo & Carmine, "cedió al grupo el tema A flor de piel", agradece Óscar. Aparte de Ane, canción de Idoia Areizaga, el resto del disco son composiciones de Oskar Castellano. Northern Rain ya ha empezado a empapar con su música los oídos ávidos de nuevas formas de interpretar el rock contemporáneo. Una tormenta que ha tardado un par de años en gestarse pero que, por lo que parece, resistirá contra viento y marea. A su favor, mejor dicho.