Vitoria. El Instituto de Arte Contemporáneo, organismo privado integrado por más de 400 profesionales dedicados al arte y que vela por la implantación de buenas prácticas en el sector, ha puesto en marcha un estudio en el ámbito estatal para configurar un listado anual de transparencia de los museos y centros de arte contemporáneo, un proyecto que parte de un análisis preliminar que depara unas cuantas malas noticias para casi todos los espacios observados hasta el momento salvo dos excepciones: el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo Artium.

La intención es tener el ranking definitivo, que se basa sobre todo en la información que se facilita on-line, a finales de este año o principios de 2014, aunque el hecho de ser destacados ya desde la posición de salida es una noticia que en el interior de la calle Francia ha sentado muy bien, aunque quieren que eso se traslade también al exterior. "Es algo que merece la pena destacar, otro motivo para que la ciudad se sienta orgullosa de su museo", apuntó ayer Daniel Castillejo, director del centro en declaraciones a este periódico.

La coordinadora del grupo de trabajo, bautizado como Transparencia en el sector artístico, Eva Moraga, planteó también ayer, en la presentación del proyecto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que más allá de los nombres concretos, para ella la conclusión más importante del estudio es que "el 92% no da ninguna información sobre finanzas y gestión económica, y por ejemplo sólo el 40% dice el nombre de su director en sus páginas web".

"Al aprobado llegan sólo dos museos. Nuestro ranking es la evaluación preliminar. Casi todos han suspendido pero ahora tienen la capacidad de enmendarlo", subrayó Moraga sobre esta clasificación, en la que se va a evaluar a 50 de estos museos y centros de arte.

En este mismo sentido, Castillejo afirmó que el informe, que no es el primero a nivel estatal que resalta la transparencia informativa de Artium, "debe suponer también para nosotros un esfuerzo por seguir mejorando. Por ejemplo, aunque parezca una tontería, no tenemos registrado en nuestra web el nombre del anterior director del centro. Es sólo un detalle, pero bueno, hay que tenerlo todo en cuenta".

En cuanto a los resultados generales, el director de Artium señala que los museos y centros de arte contemporáneo tienen un amplio margen de maniobra, sobre todo porque no se puede estar trabajando en un sector como la cultura donde la expresión y la comunicación son básicas pero hacer desde instituciones que son opacas en cuanto a su funcionamiento. "No podemos ser modernos en el arte pero estar anclados en el siglo XIX en cuanto al concepto de museo", apuntó.

Para evaluar el nivel de transparencia en este estudio se ha tenido en cuenta la situación actual de los sitios web de una selección de centros, las referencias internacionales sobre acceso a la información pública y transparencia de museos, el proyecto de la Ley de Transparencia que se está tramitando en la actualidad, así como los requerimientos de información por parte de la propia comunidad artística y de los ciudadanos. En los próximos meses se concluirá la labor y es de esperar que Artium no esté tan solo.