madrid. El escritor José Manuel Caballero Bonald, inconformista y desobediente hasta en la escritura, recibe hoy el Premio Cervantes de manos del príncipe Felipe, en una solemne ceremonia que, como cada año, tiene lugar en el paraninfo de la universidad de Alcalá de Henares. Por segundo año consecutivo, el rey no podrá presidir la ceremonia de entrega por motivos de salud.
En su discurso de agradecimiento, Caballero Bonald hablará de la poesía de Cervantes, el aspecto menos valorado del genial escritor, y de sus vínculos con la libertad, como adelantó el pasado sábado en una entrevista con Efe. Al autor de Manual de infractores, Premio Nacional de Poesía, o de Entreguerras, su último poemario, le atrae "mucho" la imagen "medio nebulosa" de ese Cervantes "perdedor", que durante años abandonó "la pluma y las comedias", como él decía, porque tenía "otras cosas en qué ocuparse". Caballero Bonald, que también ha merecido premios como el Nacional de las Letras, el Andalucía de las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Federico García Lorca y, en tres ocasiones, el de la Crítica, ha hecho de la poesía su razón de ser y, en su discurso, también se referirá "al valor consolador de la poesía". Y hará alguna alusión a "la degradación actual de la vida social y política", según adelantaba en la citada entrevista. El escritor estará acompañado hoy por su mujer, Pepa Ramis; por dos de sus cinco hijos y por tres nietos.