Un regalo para una jornada especial, aunque en realidad el día de las mujeres sean todos y cada uno de los que están en el calendario. La teoría dice que la cita con el público del ciclo musical que el Jesús Guridi y la Red Municipal de Teatros celebran por segundo año consecutivo debería producirse hoy en el aula magna del conservatorio, pero esta vez el concierto previsto se ha trasladado de manera premeditada a mañana, con motivo de esa fecha oficial que tiene a ellas como protagonistas. Será, en esto se mantienen las costumbres, a las 20.15 horas con las entradas a cinco euros, salvo en el caso de estudiantes y desempleados, para quienes el acceso es gratuito.
Frente a los presentes, la voz de Miren Urbieta y el piano de Joana Otxoa de Alaiza, aunque los sonidos caminarán junto a las pinturas que la artista Malen Agirre Sarasua ha creado para la ocasión. "Hemos querido que la actuación sea este viernes como un guiño al 8 de marzo, como un regalo" que vendrá por parte de ellas, eso sí, pensado para todos, según explicaron ayer las dos intérpretes.
Música, poesía y pintura. Con estos tres ejes como referencia se llevará a cabo un recital dividido en dos partes, a través de las cuales se establecerá un puente entre los sonidos alemanes y los vascos. Robert Schumann será quien, de alguna forma, represente lo llegado desde fuera. Pablo Sorozabal, lo cercano. No es una conexión que se base en la coincidencia en un concierto de creadores con un determinado origen geográfico. En ambos casos, se han escogido piezas que tienen a la mujer en primer plano, así como obras en las que tanto Schumann como Sorozabal acompañaron las palabras del mismo poeta, Christian Johann Heinrich Heine (cuyos poemas, por cierto, se pueden encontrar en el programa de la actuación en alemán, castellano y euskera).
De todas formas, habrá un tercer elemento a tener presente, las creaciones realizadas por Malen Agirre, que se irán proyectando sobre el escenario durante la interpretación. La intención es sumar a los sonidos la narración que sobre cada pieza ha compuesto la artista para darle una nueva dimensión a la cita, destacando o descubriendo mensajes y sentimientos.
Schumann será quien domine la primera parte del encuentro y aquí "las pinturas son más descriptivas, están más acotadas a lo que se cuenta". Sorozabal tomará el relevo tras el descanso y aquí "a Malen le hemos dado más libertad para que se expresase como ella quería, algo que se nota en lo que el público podrá ver".
Como el concierto se ha querido hacer de manera específica en una jornada significada como la de mañana, la pregunta a las dos intérpretes es evidente. La crisis ya hace que la profesión que realizan esté en unas circunstancias de sobra conocidas, no producidas por la situación económica pero sí agudizadas, a lo que se une, o tal vez no, la discriminación que, por lo general, sufre la mujer con respecto al hombre. "La música no es ajena a lo que sucede en otros sectores de la sociedad y, por lo tanto, hay cuestiones que se siguen dando y contra las que hay que trabajando", apunta Urbieta, aunque reconoce que "hay casos en los que no cabe esa situación como puede ser el mío, puesto que no puede ser que ellos sean una soprano como yo", ríe.
Lo cierto es que cualquier día es bueno para la música y cualquier jornada pertenece, o debería, a las personas, más allá de lo que en un momento dado digan las celebraciones oficializadas. Ellas serán las protagonistas mañana. Y lo volverán a ser frente al público en cualquier otro momento.