Vitoria. Ahora que el recorte campa a sus anchas, cobra fuerza el chiste que afirma que el arte es... morirte de frío. Desde hace dos años, un grupo de artistas trata de llegar a una definición mucho más poliédrica y creativa. Germinado en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Vigo, responde al nombre de Modos de conocimiento artístico, y puso ayer de largo en Artium una cuidada edición que intenta responder desde las opiniones -y creaciones- de noventa artistas a la pregunta '¿qué es el arte?'. De colectivo nacimiento y pluridisciplinar afluencia, su título es Arte: diccionario ilustrado.
Un texto de similares dimensiones e imágenes de algunas de sus obras recientes. Es la respuesta que aporta cada artista-pintores, escultores, performers, videoartistas...- para tratar de configurar esta cartografía conceptual y creativa, este maremagnum de acepciones para una de esas palabras que siempre se resiste a la definición breve.
'Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros', reza el diccionario en la salida correspondiente. Explorar en su contenido es el objetivo de este proyecto y "que hubiese una perspectiva amplia y dar voz a diferentes artistas era el reto", explica Javier Tudela, director del departamento de Escultura de la facultad gallega.
Descartando a los profesionales del arte que sólo estuvieran vinculados "a la crítica o la difusión del conocimiento", buscando de este modo un perfil de creador, el singular diccionario fue creciendo a través de la inclusión de voces, que resultan a la par una experiencia nada común en el género. "Tampoco hay tantos documentos de texto de artistas", explica Juan Luis Moraza, profesor titular en el mismo centro universitario.
Más de cuatrocientas páginas que incluyen centenares de imágenes a color componen el objeto artístico nacido de este encuentro de voces, donde un desplegable ejerce como mapa de categorías donde los principales términos se ordenan por tamaños del tipo de texto y por espectro cromático. "Dentro de diez años o con otros autores, este mapa cambiaría", reconoce Moraza ante el desplegable, donde atraen la atención palabras como 'emoción', 'realidad', 'proceso', 'hacer', 'forma', 'conocimiento', 'experiencia', 'espacio', 'comunicación'...
Muchas palabras en busca de las claves de la palabra, que ilustra a las imágenes que la acompañan y se deja ilustrar por ellas. Porque, como afirman desde el consejo de redacción del proyecto, "esta apuesta supuso, a medida que recibíamos las colaboraciones, la comprobación en tiempo real de la máxima expresión polisémica de la noción ARTE, y a la vez, disponer de un conjunto de datos de primera mano para dar a conocer este patrimonio sobre el rigor de la creación en la voz de los propios artistas".
El volumen se confecciona, de este modo, a través de los diferentes paradigmas conceptuales, de las diversas experiencias creadoras, de los personales y exclusivos testimonios de cada uno de los invitados, en una suerte de instantánea actual del arte que aporta desde lo autobiográfico hasta lo sociológico, pasando por lo económico o por lo político. Porque, como afirma Tudela, la coyuntura actual se cuela irremisiblemente en el libro. "Muchas veces tenemos la sensación de que estamos formando a gente sin una demenda real", apunta, añadiendo un dato que habla a las claras de un panorama artístico a la deriva. "A lo largo de su vida, un artista invierte más en arte que un coleccionista", afirma, antes de que Moraza explique como la búsqueda de una reducción en el IVA se encontró con el efecto contrario, el incremento al 21%, "el toque de gracia para el coleccionismo".
La definición de arte es en estas páginas recientes hija inevitable de su tiempo, fruto de su centenar de miradas. Muchas acepciones, muchas menos salidas.