La crisis ha acabado pasando también factura a las galerías vascas. Recientemente, se anunciaba en Iruñea el cierre del espacio Moisés Pérez de Albeniz, referente del arte de vanguardia en el País Vasco. El galerista navarro tira la toalla después de 15 años y ha decidido abrir otro ambicioso proyecto dentro del mundo del arte, pero en Madrid.

El resto de las galerías vascas conjuran los malos tiempos como pueden, "con economía de guerra y de supervivencia", como algunos de ellos reconocen a este periódico. Por de pronto, este año solo la donostiarra Altxerri y la bilbaína Carreras Múgica han decidido acudir a la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco), que se celebrará del 13 al 17 de febrero en Madrid.

Las perspectivas de futuro son tan inquietantes que en el sector se habla ya de crisis a cara descubierta. El empujón definitivo ha sido el desorbitante aumento del IVA que ha implantado el Gobierno de Rajoy, lo que no ayuda en absoluto a las ventas. Se quejan los profesionales de este sector de que "un artista tiene que facturar un 21% (antes era del 8%). La consecuencia inmediata para las galerías de arte es la imposibilidad de competir con cualquier país de la Comunidad Europea".

"'No nos compensa"

Vanguardia

"No nos compensa ir a Madrid". Así de contundente se muestra Petra Pérez, directora de la veterana galería bilbaína Vanguardia. "A las ferias se va a difundir obra y quizás resultan rentables a largo plazo, pero no a corto plazo. Las galerías de provincias no vendemos mucho en Arco. Además, el coste de los stands es muy alto. En estos momentos, no nos lo podemos permitir", explica Petra Pérez. No tiene ninguna duda de que la subida del IVA ha supuesto un duro varapalo para el mundo artístico. "Visto lo poco que se apoya al sector, te dan ganas de echar a correr", explica esta galerista, que dirige este espacio con una trayectoria de más de 25 años y con una amplia experiencia en Arco.

En estos momentos, los galeristas están ya resignados a que pocas obras luzcan orgullosas el famoso círculo rojo (vendidas). "Hay muy poco coleccionismo privado, lo que existe en realidad es una afición por la decoración, gente que compra porque el cuadro le queda bien en su salón, lo cual es estupendo porque en épocas de crisis son los que nos acaban manteniendo. Antes había bastantes instituciones y museos que contaban con fondos para adquirir obras de arte, pero ahora ya no hay dinero".

Petra Pérez está convencida de que, a veces, las galerías y los artistas trabajan "por amor al arte. La pena es que la gente ni siquiera lo disfruta, somos los únicos recintos gratuitos y, sin embargo, no se nota en la afluencia de público. Hay más visitantes en los museos, donde tienen que pagar, que en las galerías que son gratis. Yo siempre digo que somos la universidad del arte gratuita".

"año sabático por obligación"

Trayecto

Tampoco la galería gasteiztarra Trayecto acudirá este año a su habitual cita con Arco, según confirma su director Fernando Illana. "El año que viene va a ser sabático por obligación. No podemos acudir. Es una decisión meditada. Por otro lado, parece que Ifema no es consciente de que la crisis está generando unas condiciones distintas. Los precios de los metros cuadrados del stand siguen siendo los mismos, el IVA ha subido, el coleccionismo público ha desaparecido... Solo queda el coleccionismo privado y lógicamente, con esas condiciones adversas, obligaría a hacer unos descuentos por encima de lo razonable y de lo que una galería debería defender", reconoce el galerista gasteiztarra.

"un gran esfuerzo, pero iremos"

Altxerri

Altxerri sí irá este año a Arco, aunque son conscientes de que supone un gran esfuerzo en los tiempos que corren. "Está todo muy mal, pero si quieres difundir a los artistas y quieres realmente vender, tienes que estar presente en estas ferias donde acuden los grandes coleccionistas y se concentra el mundo artístico. En ciudades periféricas, hay que decirlo así de crudo, está la situación muy mal. En Arco pasan 200.000 visitantes, mientras que a una galería acuden normalmente unas 400 personas al mes. Hay que hacer un esfuerzo de vez en cuando y salir fuera aunque te quedes sin dientes. O sales y te las juegas, o te vas apagando poco a poco. Si se mueve algo, es en las ferias internacionales", explica el director de Altxerri.

García Velilla confía en que a la nueva edición de Arco, como ya viene siendo habitual, acudan muchas instituciones culturales y museos de fuera del Estado "porque aquí está todo parado, pero en otros países como Alemania hay movimiento. Al fin y al cabo, el mercado del arte español solo es el 2% del de toda Europa".

Altxerri llevará tres creadores que han expuesto durante el último año en la galería: los hermanos bilbaínos Roscubas, el artista japonés Mitsuo Miura y la donostiarra Esther Ferrer. "Tres apuestas seguras porque hay que pagar esos 20.000 euros que cuesta exponer allí. Aunque este año la feria ha facilitado que podamos pagar el 30% del coste del stand el último día. Es una ayuda ya que las galerías podemos disponer del dinero de algo que hayamos vendido durante la feria".

"la puntilla: La subida del iva"

Windsor

Windsor tampoco acudirá este año a la próxima edición de Arco. La veterana galería bilbaína, que abrió hace 38 años, ha faltado en muy pocas ocasiones a su cita con la feria de arte contemporáneo en Madrid, y en esta ocasión se lo ha estado pensando mucho hasta el último momento. "A última hora decidimos acudir pero ya era tarde", confiesa Roberto Sáenz de Gorbea, hijo del fundador de la galería.

En opinión de Roberto, "estamos prácticamente todas las galerías en economía de guerra, de supervivencia. Los precios que salen en las casas de subastas no se corresponden a las cotizaciones de los artistas. Esto crea un daño terrible al mercado del arte. Algunos artistas están vendiendo a plazos e incluso así les cuesta. Todo el mundo tiene miedo a gastar, a pagar, a sacar el dinero de casa... Somos un sector minoritario, con un mercado minoritario, sin consolidar. No llega para cubrir los gastos. Me imagino que en 2013 se van a ver cierres de galerías".

La puntilla la ha puesto, en opinión de Sáenz de Gorbea, la brutal subida de los impuestos. "No podemos competir, por ejemplo, con las galerías francesas. Estamos hablando de una diferencia en impuestos de 13 puntos, que es terrible. Sobre 6.000 euros no están metiendo 200 euros de IVA, es una barbaridad. El coste que supone para el comprador es inviable. Lo que van a potenciar es el mercado secundario, el negro, los que trabajan de free lance, que venden sin licencias fiscales... Además, ahora prácticamente no puede comprar ningún centro expositivo, lo cual suponía un mercado fundamental para la galerías".

2012 ha resultado un annus horribilis para las galerías, según el director de Windsor Kulturgintza. "Ha sido realmente cuando se ha notado esa ausencia de alegría, de normalidad... Se han perdido los clientes fijos, hay otras prioridades. Además las nuevas generaciones no compran arte. Hay gente que está ganando muy bien, que podría pensar en hacer una una colección de arte, pero no lo tienen en su mente, no necesitan poseer obra. Quizás cuando pasen 15 años se lo planteen, pero ahora sus prioridades son el coche, viajar... En su casa colocan fotografías de sus viajes y se las amplían porque las nuevas tecnologías también están haciendo cambiar las prioridades de la sociedad".

Pero las galerías vascas no son las únicas a las que la crisis les ha pasado factura este año. Hace unos días, otras ocho de las once galerías catalanas anunciaban, por medio de un comunicado, que habían decidido quedarse en casa y rechazaban participar en la feria madrileña por problemas económicos. Explicaban que se retiraban, tras semanas de negociaciones, "porque Ifema, la entidad que dirige la feria, no ha hecho ningún paso para facilitarnos la participación en esta difícil coyuntura". La próxima edición de Arco, la feria de arte contemporáneo que desde hace 32 años se celebra en Madrid, se enfrenta a una situación crítica. No corren buenos tiempos para el arte.

"Las galerías tenemos ahora una economía de supervivencia", explica Sáenz de Gorbea

Ocho de las once galerías catalanas han anunciado también que no acudirán a Arco

"El coste del stand es alto y no es rentable a corto plazo", se queja P. Pérez, de Vanguardia

"El IVA sube, el coleccionismo público desaparece y el privado, casi no existe", dice Illana

La galería navarra Moisés Pérez de Albeniz anuncia su cierre y su traslado a Madrid

presencia vasca en arco 2013

Petra Pérez posa con una obra de Marisa González. Foto: david de haro