Vitoria. El pasado sábado, el proyecto Inmersiones cerró su quinta edición después de un mes largo de actividad centrada, como siempre, en bucear en el arte emergente vasco sin necesidad de esperar a que éste emerja. En este 2012, bajo el lema Pakean utzi artea, medio centenar de artistas han tomado parte tanto en la exposición de dossiers y el programa Hospitalarios (ambas citas llevadas a cabo en Zuloa) como en el congreso de creadores (celebrado en el espacio Berakah). Es hora, por tanto, de hacer balance de un encuentro que se termina, según el equipo gestor, con un "saldo muy positivo". "No trabajar con las instituciones ha hecho que todo haya sido más relajado y cómodo, que no hayan existido problemas", apuntaron los responsables de la iniciativa, que aseguraron que su intención pasa por seguir camino en 2013, a pesar de las dudas iniciales. "Vamos a buscar dinero donde sea, incluso debajo de las piedras porque lo que nunca se puede hacer es dejar abandonada a la base".

Y es que esta entrega de Inmersiones ha vuelto a demostrar, según su opinión, que se puede cumplir con los objetivos marcados (por ejemplo, todos los creadores seleccionados han cobrado por su trabajo), proponer una iniciativa de calidad para los agentes culturales y el público que es única en Euskadi, "y hacerlo por lo que cuesta montar una exposición normal, unos 15.000 euros". "Se trata de trabajar en lo que te emociona, en algo que es capaz de aportar".

Cuestiones económicas a un lado, el equipo de trabajo, compuesto por cuatro personas, destacó el "muy buen ambiente y la buena participación" con la que ha contado esta quinta edición. Así se pudo ver en el congreso de una semana, una cita especial por el espacio que este vez acogió el encuentro.

A las presentaciones realizadas en Berakah (un emplazamiento que lucha contra la pobreza) por los 15 artistas seleccionados asistieron, entre otros, el director de Artium, Daniel Castillejo, aunque Inmersiones echó mucho de menos a representantes institucionales y personal que trabaja en las áreas de Cultura de las administraciones. "Si es en lo que ocupan su labor, si deben conocer qué pasa en el arte y con los creadores, ¿cómo es que no muestran ni el más mínimo interés? ¿No se les cae la cara de vergüenza?", señalaron.

Con todo, la intención es seguir trabajando para volver a encontrarse con el sector y el público el próximo año, sobre todo a la vista de los buenos resultados obtenidos en esta ocasión en los tres ejes que han fundamentado el programa, destacando la incorporación esta vez de Hospitalarios (encuentros de un día con artistas).

De todas formas, todavía hay una huella paralela de Inmersiones que permanece abierta ante el público. Para realizar un diario dibujado del congreso celebrado el pasado sábado, el proyecto contó con la presencia del dibujante Enrique Flores. Aprovechando su presencia, Zuloa abrió el pasado viernes una exposición suya que permanecerá abierta hasta el 16 de febrero bajo el título de Si no puedo dibujar, no es mi revolución sobre sus creaciones en torno al 15M.