Madrid. La Casa del rey "nunca" ha pedido a Doña Cristina que se divorcie de su marido, Iñaki Urdangarin -primer miembro de la Familia Real imputado por la Justicia en un caso de corrupción- ni que renuncie a su condición de infanta, según aseguró ayer a Europa Press un portavoz de Zarzuela. "Nunca nadie de esta Casa ha pedido, y mucho menos presionado, a Doña Cristina para que se divorcie o renuncie a ser infanta de España", explicó la fuente. La Casa del rey salió así al paso de diversas informaciones publicadas en fechas recientes que apuntaban a estos dos extremos. El portavoz añadió que la Casa del rey, organismo que tiene como misión servir de apoyo al monarca en el ejercicio de sus funciones como jefe de Estado, "no quiere ser portavoz de los sentimientos personales de la Infanta".

Cuando nadie se esperaba ver a la Familia Real reunida, Iñaki Urdangarin se reencontró con el rey el sábado 24 de noviembre durante su ingreso en el hospital Quirón San José, pero según algunas publicaciones ahora la Infanta Cristina podría renunciar a su título por amor. Ante la sorpresa de todos, ambos aparecieron sin previo aviso en el centro donde había sido intervenido el rey para implantarle una prótesis en la cadera izquierda. Aunque no sea la imagen más destacada de la portada, Lecturas abre su número de esta semana con esta impactante información. Parece que Cristina, ante los problemas que se están anteponiendo a su matrimonio, podría estar dispuesta a perder sus privilegios. La duquesa de Palma está convencida de la inocencia de su marido y se niega a aceptar el consejo de divorciarse de Iñaki Urdangarin para desvincularse de su imputación, por eso renunciaría a todos sus derechos y a los de sus cuatro hijos. Lecturas desvela novedades sobre la vida de los Duques de Palma, que desde que regresaron de Washington se han visto involucrados en una gran presión mediática a causa de la imputación del Caso Nóos. Esta revista indica que desde la Casa Real no aceptan algunos comportamientos de Iñaki Urdangarin, como tener escolta real. Este desacuerdo ha causado muchas discrepancias entre los duques de Palma y la Familia Real, por eso la Infanta se podría haber planteado esta renuncia con tal de tener libertad. Es más, Cristina quiere alejar a sus hijos de la presión social y podría matricularlos muy pronto en un internado en Suiza, puesto que han sido testigo de comentarios e insultos hacia su padre en la calle.

A pesar de que el duque tuvo que pedir una excedencia temporal en Telefónica, Doña Cristina conserva su trabajo en la Fundación La Caixa, compromiso que le ha llevado este mes a viajar hasta Tanzania para comprobar la acción de los proyectos solidarios de esta obra social. En agosto, la Infanta junto a su marido y sus hijos volvían a Barcelona para que Iñaki Urdangarin preparara su defensa con más comodidad y ella se incorporó a la sede de La Caixa como directora del Área Internacional de la Fundación. Su vida ha vuelto totalmente a la normalidad. Es más, ha conseguido recuperar la estabilidad ahora que ha logrado que su marido se reencuentre con su familia. Pero no todo en su rutina tiene que ver con las relaciones familiares, y así lo demuestra el trabajo que desempeña para la obra social de esta entidad. La duquesa ha visitado dos iniciativas de desarrollo en las regiones de Mongoro y Dodoma, proyectos que contribuyen a la erradicación de la pobreza de pequeños productores a través del desarrollo socioeconómico rural local y que ayudan a mejorar la calidad de vida de 7.000 personas de forma directa y 9.800 de forma indirecta.