Vitoria. Como ya publicó este periódico hace un par de meses, los planes del Obispado de Vitoria de reabrir la Catedral Santa María al culto el próximo 8 de diciembre, tras el aplazamiento de la fecha inicialmente prevista (el 29 de abril), no se van a cumplir. Es más se van a retrasar hasta mediados del año que viene. Y eso, de momento. La razón es muy sencilla, la crisis. Y es que la empresa que estaba trabajando en la bóveda ha cerrado por las dificultades económicas y aunque los trabajos ya se han reiniciado con otra empresa, esta situación se va a traducir en seis meses de retrasos, según explicó ayer el director de la fundación que se encarga de la recuperación del templo, Juan Antonio Lasagabaster en Radio Vitoria.

La verdad es que el Obispado no está teniendo suerte en este tema ya que son dos las veces que se ha apresurado a dar una fecha que luego no se ha cumplido, lo cual ha trastocado sus planes de celebrar los 150 años de la Diócesis de Vitoria desde Santa María.

De hecho, Lasagabaster ya ha dicho en más de una ocasión que una cosa son los deseos y otra muy distinta los ritmos que marcan las obras de restauración, una máxima que toma todavía más peso si cabe en la situación de crisis económica actual. De hecho, el de la empresa encargada de la bóveda no ha sido el primero de este año.