agurain. Los soliloquios del príncipe Hamlet son quizás el lugar común más sencillo del libreto universal. Y también otra de las grandes exploraciones del maestro Shakespeare en el ritmo escénico y la palabra teatral, siempre con emociones a flor de piel y frases adictas a lo lapidario. Explorar las formas de la más conocida de las obras del dramaturgo británico es el objetivo de Diagnóstico: Hamlet, un trabajo de la compañía Pelmanec que hoy a las 20.00 horas toma las tablas de la sala Harresi de Agurain con una singular propuesta, mezclar los ecos de la tragedia con los títeres.
Porque los títeres no son sólo terreno infantil, como muchas compañías se empeñan en reivindicar desde hace mucho tiempo. Hamlet, en la obra que visita hoy la localidad alavesa, es sin embargo un punto de partida, un patrón que trata de indagar en la autocompasión, en la imposibilidad de quererse a uno mismo y en la tentación de huir hacia la soledad como la solución a los problemas.
Las miserias del discurso interior, la lucha con ese 'yo' que recuerda perpetuamente las miserias propias, son los principales ejes que alimentan la obra que esta noche conquista los muros de la sala Harresi. La incertidumbre de la vida mostrada a través de este juego entre títeres y personajes de carne y hueso que ha dispuesto la compañía Pelmanec para abrir el mes de noviembre en Agurain.