BARCELONA. El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, izó la bandera de la antipiratería editorial en la víspera del Premio Planeta de Novela y concretó sus peticiones en una equiparación del IVA del libro en papel al electrónico, al 4 %, y en un mayor control de internet.
Lara recordó que en los últimos tiempos ha insistido al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, en la necesidad de desarrollar una nueva ley de propiedad intelectual.
"Dicen que están en ello", aseguró y añadió que "antes se deben acelerar esas dos cuestiones", en referencia al impuesto sobre el valor añadido y la antipiratería.
"Para combatir la piratería se deben anticipar medidas de control de las páginas de enlace, que son la gran excusa de los piratas", dijo el presidente de Planeta, grupo que en lo que va de año ya ha presentado 1.500 denuncias por versiones ilegales de libros de sus sellos editoriales.
La segunda insistencia de Lara fue la necesidad de equiparar el IVA del libro digital al 4 % de IVA del libro en papel, "aunque, es cierto, haya una normativa europea que desaconseja esa equiparación".
Sin embargo, Francia y Luxemburgo ya aplican a los libros electrónicos un IVA reducido, al igual que Amazon, la mayor tienda por internet del mundo.
Con estas dos medidas inmediatas, Lara se daría por contento, porque además permitiría saber qué peso tiene en España el libro digital, pues hasta ahora se sabe qué parte es legal, pero sólo se puede intuir qué porcentaje es pirata.
El presidente del grupo Planeta aseguró que la industria del libro ha soportado hasta hace muy poco la crisis mucho mejor que otros sectores. "Esto se debe a que llevamos varios años aumentando el nivel de lectores y los hábitos de lectura", aseguró.
"DIÁLOGO Y DIÁLOGO" Por otro lado, Lara pidió a los gobiernos español y catalán "diálogo y diálogo" para superar el actual desencuentro a consecuencia de la deriva soberanista que hay en Catalunya ante las próximas elecciones autonómicas. "No han sabido dialogar y solo hacen visitas protocolarias", afirmó el presidente del Grupo Planeta.
Lara reiteró ayer que el Grupo Planeta abandonaría Barcelona como sede central en una hipotética Catalunya independiente. "Yo no me iré, viviré aquí y las editoriales catalanas del grupo tampoco abandonarán Barcelona, pero a lo mejor tendré que trabajar de lunes a jueves en otro lugar", aseguró Lara.
El presidente del Grupo Planeta argumentó esta eventualidad en el hecho que "las grandes empresas editoras francesas del grupo están en París y no en Roma".
Ya centrado en el galardón, Lara afirmó que el premio Planeta goza de "buena salud" y que las cifras lo demuestran.
"Este año se han presentado 432 originales y en las 61 ediciones ya se han superado la cifra de 20.000 manuscritos presentados y los 40 millones de ejemplares vendidos de todos los ganadores", aseguró el presidente del grupo Planeta.
En el mismo acto, el editor quiso hacer un homenaje "muy personal e íntimo para Carlos Puyol", fallecido el pasado mes de enero. Puyol fue el hombre que más años estuvo en el jurado del Premio Planeta: cuarenta en total.
El escritor Emili Rosales, que reemplazará como secretario a Puyol en el jurado, quiso subrayar que entre las novelas presentadas predominan los géneros tradicionales. "Este año hay una nueva variante: hay bastantes novelas históricas, ambientadas en períodos recientes como la Guerra Civil española, o en la historia antigua", añadió Rosales.
Según Emili Rosales, el género policíaco está también muy representado en todas sus variantes este año, especialmente el thriller político. Además, hay "bastantes novelas que tratan conflictos sentimentales; conflictos sociales, históricos o actuales; sagas familiares o incluso novelas rurales".
MUCHA CALIDAD Uno de los veteranos del jurado, el escritor Juan Eslava Galán, apuntó que este año hay una calidad "altísima" y precisó que, a su juicio, "hay cuatro novelas merecedoras del Planeta".
Tras bromear con el hecho de que este año "no hay ninguna de templarios", Eslava Galán destacó de entre las participantes dos intrigas policíacas -una que refleja la sociedad española actual y otra que muestra la de los años 80-, así como varias históricas, una en tiempos anteriores a nuestra era, otra de metaficción; y una novela realista ambientada en 1914, "interesante porque hace un reflejo de la sociedad rural con el caciquismo".
El escritor Eslava Galán mencionó además que también le enamoró una novela con un detective en el siglo V a.d. C. y otra obra casi documental en la que el autor presenta la época de la Rusia prerrevolucionaria.