La edición número 58 del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida ha ganado un 26,5% de espectadores, hasta 67.749, y ha obtenido un superávit de 150.000 euros que irá destinado a pagar la deuda acumulada, de 3,5 millones de euros. Estos datos fueron difundidos ayer en una rueda de prensa en la que intervinieron el presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago; la consejera de Cultura, Trinidad Nogales; y el director del festival, Jesús Cimarro, de Pentación Espectáculos. Al término del encuentro, Cimarro entregó a Monago un simbólico cheque de 150.000 euros, que el presidente recibió extrañado, ya que en estos tiempos está acostumbrado a que le den "facturas y no dinero", bromeó. Todos subrayaron que el nuevo festival ha alcanzado sus objetivos: salvar el certamen, recuperar su prestigio, obtener el favor del público y hacer una gestión realista. En la consecución de la viabilidad económica destacaron destacado el papel desempeñado por el nuevo gerente, Pedro Blasco, un técnico de la Agencia Tributaria que no ha cobrado y con el que se han ahorrado los 60.000 euros que percibía su antecesor, Pedro Salguero.