Vitoria. Mientras suma nuevas ofertas para el próximo mes, como las citas ya anunciadas por este periódico con Doctor Deseo (7) y Miki Nadal (8), la nueva programación que el Jardín de Falerina ha puesto en marcha este año durante la época estival vuelve desde hoy a abrir su particular gran pantalla. Si a mediados de julio fue el cine activista el que se hizo protagonista, ahora es el propio verano el que se pone en primer plano dentro de Uda Place con un ciclo de proyecciones que arranca esta misma noche (todas las sesiones se producirán a las 22.00 horas). Ingmar Bergman, Alfred Hitchcock, Jean-Luc Godard y Takeshi Kitano compartirán camino hasta el viernes junto a los espectadores que se sumen a la iniciativa impulsada por Hor Dago!, Montehermoso y Gauekoak en lo alto de la colina.

Desde allí, desde el exterior del centro cultural, el público podrá entrar en cuatro universos propios y muy particulares en versión original subtitulada. Y sí, el verano será el nexo de unión de la propuesta, pero a partir de ahí, poco más une a los filmes propuestos, más allá de que detrás de sus títulos hay realizadores y repartos de mucho peso.

Es el caso de la producción que esta noche abrirá el ciclo, una Sommarlek que aquí se tituló como Juegos de verano, teniendo a Bergman como artífice. El filme, estrenado en 1951, es un claro ejemplo de varias de las características fundamentales que definieron el cine del realizador sueco, ambientando el relato de un amor de juventud perdido tras un grave accidente en un archipiélago cercano a Estocolmo. Maj-Britt Nilsson da vida aquí a una bailarina cuyo presente no es nada alentador y cuyo pasado revive tras encontrar el diario de un antiguo novio conocido durante los meses de vacaciones.

Mañana, de Europa a Estados Unidos, el relevo lo tomará Hitchcock y uno de sus títulos más conocidos, Rear window (La ventana indiscreta), estrenada en 1954 y nominada al año siguiente a 4 Oscar, entre ellos los de mejor director y guión. James Stewart y Grace Kelly conforman la pareja protagonista de una producción que tiene al calor veraniego de Nueva York como telón de fondo para una historia en la que el cotilleo entre vecinos pasa a un estadio superior en la figura de un fotógrafo lesionado que no sabe parar quieto.

El jueves, vuelta al Viejo Continente, será la hora de Godard y su À bout de souffle (Al final de la escapada). Hace un par de años, cuando se cumplieron 50 del estreno del filme, la sala Ibu Hots ya proyectó esta película dentro de sus habituales ciclos dedicados a la gran pantalla, una oportunidad que ahora ofrece de nuevo Falerina. Jean Seberg y Jean-Paul Belmondo caminan por el verano francés a través de un filme por el que su realizador se hizo con el Oso de Plata de Berlín a la mejor dirección. Considerado como un título fundamental para la nouvelle vague, detrás esconde una historia de amor complicada con una trama policial.

El punto final de este viaje por el verano cinematográfico terminará el viernes en Asia, más en concreto, en Japón, con Kikujiro no Natsu (El verano de Kikujiro), de Takeshi Kitano. El filme, que estuvo cerca de llevarse la Palma de Oro en Cannes en 1999, camina por el verano nipón de la mano de un niño empeñado en encontrar a su madre con la única herramienta de una fotografía y un compañero, cuando menos, singular.