México. El destino final de los restos de Chavela Vargas, cuyo cuerpo fue incinerado ayer, quedó en suspenso después de que una sobrina de la cantante exigiera que le fueran entregados para cumplir la última voluntad de la artista. Gisela Ávila Vargas se presentó ayer acompañada de un abogado ante la prensa que cubría el homenaje a la artista en el Palacio de Bellas Artes para pedir que se cumpliera la voluntad de la cantante, que según dijo era que sus cenizas fueran esparcidas en el mar y no el un cerro en Tepoztlán como se había informado. Ávila, hija de una hermana de Chavela, aseguró que la última voluntad de su tía fue "que sus cenizas sean lanzadas al mar, mitad en Veracruz, Atlántico y mitad Guanacaste, Pacífico". La amiga y biógrafa de la intérprete de origen costarricense, María Cortina, explicó a Efe que Vargas quería que sus cenizas fueran esparcidas en el cerro Chalchi, en el poblado de Tepoztlán, y en la comunidad de los indígenas huicholes, aunque aseguró que la fecha para ello no está definida. Cortina afirmó que ese era su deseo y que no pelearía con los familiares de Chavela. "Chavela ya fue cremada", señaló Cortina, quien aseguró que no tiene "ningún interés de pelear" con la sobrina de Chavela. "Si realmente son familiares y quieren una parte de las cenizas, no tengo ningún problema, Chavela no lo quería así, pero estoy convencida de que lo más importante para ella es que no hubiera problemas", dijo.
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