Vitoria. Profundizar en el trabajo siempre otorga premios. El de Gorka Benítez lo recibe el público, a través de un jazz narrativo, compuesto a la manera de banda sonora, a modo de música clásica, pero con esa duración intensa de los temas de rock. Jazz melódico, que se mueve creando sus propias atmósferas y alcanza al espectador con sencillez. David Xirgú tiró de platos para crear un oleaje donde Benitez y Ben Monder bailaron, llevando el sonido hasta una conexión trifásica. Gustó a todos. Un sobresaliente para empezar. Foto: josé ramón gómez