Vitoria. ¿Hay alguna conexión entre los trabajos de los ocho artistas de la muestra? La pregunta es para Eduardo García Nieto, responsable de programación de Montehermoso. La respuesta es que él puede tener una, pero prefiere que cada uno interprete la suya, "que se vayan generando esos hilos". La reconstrucción -de la memoria, de la historia, del pensamiento, de las emociones...- puede ser el leit motiv de trabajos que no han nacido para convivir, pero conviven. Conviven en esa reconstrucción, en su búsqueda, que es lo que les ha llevado, hasta el 30 de septiembre, a Montehermoso, gracias a las ayudas del programa Arte e Investigación.

Un mapamundi es una representación del mundo, no una imagen real. Lo sabe Camila Sposati, que da vueltas a la construcción cartográfica y la reivindica -con el círculo como sello- en Charting revolution, donde "fuerzas y energía, no un mapa tradicional", establecen la tensión interpretativa con la que juega a través de una multidisciplinar propuesta.

En vídeo, dibujo y pintura se vuelca la de Ángela Palacios, que profundiza a través de tres series en un paisaje que llega a abstraerse de su propio encuadre. "No se trata de desarrollar un estilo, sino de crear vehiculos para plantear cuestiones sobre la imagen", explica ante su destilado de esencias paisajísticas, WHY didn´t YOU save ME, una suerte de prolongación de las cartografías de Sposati.

Un paisaje en sí mismo es lo que intenta traducir la instalación de Xabier Salaberria, que desarrolla en S.T. una reflexión sobre el binomio forma/función, desarrollado a través de sistemas expositivos del siglo pasado. El concepto de "disfunción" viaja entre los objetos que conforman la histórica a la par que poliédrica instalación con la que ocupa el Depósito de Aguas.

Cierra el cuarteto de piezas de los sótanos de Montehermoso Carme Nogueira, con una evocadora pieza -El centro en desplazamiento II-La citoyenneté- a medio camino de la poesía y la crítica social. Cuatro vídeos enfocados a sendos enclaves parisinos sirven a la artista para indagar en el concepto de ciudadanía a través de discursos que resuenan en el tiempo al ser recontextualizados. Palabras de De Gaulle o de Miterrand que encuentran nuevos sentidos -evocadores, inquietantes- con el tiempo. "Al volver a ponerlas en esos lugares vuelven a coger sentido".

Las otras cuatro muestras suben hasta la planta baja del centro. Es el caso de Where to sit at the dinner table, donde Pedro Neves juega también con la historia desde la colonización de Brasil, desplegando a través de una ficción documental textos de ecología y economía del siglo XVII, imbricados a su vez con imágenes de vida animal o representaciones sobre antroprofagia del imaginario colectivo, todo ello sin jerarquías, en un plano horizontal.

En los años 30, hace casi un siglo, "la industria quería ser legitimada por el museo", y el eco de aquella estrategia resuena en nuestros días con omnipotencia, al haber logrado mimetizar en nuestra realidad "contextos que se han creado para imponer hábitos sociales, gustos y comportamientos". Como el resto de sus compañeros de viaje, Belén Uriel deconstruye y reconstruye, y ofrece en Useful Household Objects Under $10 una de esas show room primigenias, desenmascarando la esencia de experiencias seminales como la que llevó, en 1938, al MOMA a inaugurar una muestra que recogía objetos cotidianos con un precio inferior a cinco dólares, título de la muestra. Plásticos y piezas niqueladas ofrecen un reverso que sirve para la denuncia.

También coloca el dedo en la llaga Alexander Provan, que indaga cómo la sociedad construye la memoria -copias que duran más que los originales- a través de discursos, pancartas, fotografías, tipografías, objetos reconfigurados y reflexiones sobre la conservación y la ruina reunidos en Popular legacy. Cierra el octeto Carla Zaccagnini, que no pudo estar en la presentación de las muestras, y que investiga en lo que será una publicación los ataques a obras de arte en Elements of beauty.

Ocho obras escogidas entre medio centenar de proyectos. Ocho ayudas para llevar a cabo trabajos que, desde hoy, se construyen a través del espectador en Montehermoso.