MADRID. De esta forma recuerda el promotor musical Gay Mercader aquella cita, de la que mañana se cumplen 30 años, en la obra "Los Rolling Stones en España" (Quarentena Ediciones), escrita por Mariano Muniesa, en la que se relatan las muchas vicisitudes que atravesó aquel concierto antes de convertirse en realidad.

No era la primera visita a España de Sus Satánicas Majestades, que tocaron en Barcelona en 1976 en medio de una tumultuosa revuelta contra la policía, pero su bautismo en Madrid, dentro de los actos culturales que envolvieron el Mundial'82 de Fútbol, marcó un hito en la historia de la ciudad.

Muchos fueron los rostros conocidos que se infiltraron aquel día entre los 60.000 asistentes, como el mismísimo Felipe González, entonces secretario general del PSOE, o los músicos Miguel Ríos, Ramoncín, Ana Belén y Víctor Manuel.

"No habíamos visto nunca a los Rolling. Sacamos dos entradas y nos fuimos a un anfiteatro arriba. Era de día cuando comenzó el concierto. Se cubrió el cielo rápidamente y comenzó a llover. El decorado quedó a merced del viento y en medio de esa furia desatada saltaron al escenario y comenzaron a tocar. Irrepetible", recuerda para Efe Víctor Manuel.

Los truenos y la lluvia torrencial proporcionaron al grupo una escenografía inmejorable para el que algunos medios citarían como "el mayor espectáculo del mundo".

"Estoy seguro que el día en el que muera, con independencia de que vaya al cielo o al infierno, Dios me pedirá que le pague los rayos y truenos tan impresionantes que desató para nosotros", comentó el propio Keith Richards.

Muniesa, que recoge estas declaraciones en su libro, atesora especialmente el momento en que los Stones tocaron "Angie", su primer single número 1 en ventas en España, allá por 1973.

"Aquel fue un dato que no les pasó desapercibido. Era una canción que no estaban haciendo en la gira. Además, fueron conscientes de todos los problemas que hubo para la celebración del concierto, que estuvo a punto de cancelarse, y prepararon a conciencia esa versión para Madrid", señala a Efe este cronista musical, que desde entonces ha asistido a todos sus conciertos en España.

Tras su fortísimo arranque con "Under My Thumb", supieron mantener un alto nivel de energía gracias a éxitos como "Honky Tonk Woman", "Start Me Up" y "Jumpin' Jack Flash" y remataron con un final a la altura.

"Con las luces apagadas, suena el riff de 'Satisfaction' y la banda vuelve al escenario, con Mick (...) con el torso desnudo y envuelto en una banda de España a modo de capa en medio de un estallido de locura colectiva sin precedentes", relata Muniesa.

Cuesta pensar que, ante un éxito tan rotundo, apenas unos días antes, horas incluso, todo estuviera a punto de irse al traste, tras la cancelación del concierto previsto para el 9 de julio en Barcelona en el antiguo campo de Sarriá.

Aunque la excusa oficial fue un problema con unos seguros que velaran por la integridad del entonces estadio del RCD Espanyol, el promotor Gay Mercader, que estuvo durante varios días en una virtual bancarrota debatiéndose entre la fuga o el suicidio, aduce un boicot provocado por la rivalidad entre la Federación Española de Fútbol y los responsables del Mundial'82.

Aquella lucha fraticida obligó a trasladar el concierto del día 9 al Vicente Calderón para un segundo concierto en Madrid, esta vez sin inclemencias climáticas, pero con el estadio nuevamente lleno, salvando a Mercader de un destino aciago.

Ya entonces circuló un rumor sobre la posible disolución de los Stones, que no les ha abandonado en sus 50 años de carrera, aniversario que se conmemora justamente este año y que podría contar en 2013 con una gran gira de celebración, para la que de momento todo son especulaciones.