ROMA. Los expertos creen que el artista realizó estos trabajos en su juventud, cuando se encontraba como discípulo en el taller del pintor manierista Simone Peterzano.
Entre las obras halladas, cuyo valor se estima en 700 millones de euros, figura una nota firmada con una serie de quejas del genio barroco.
El descubrimiento fue realizado por Maurizio Bernardelli Curuzu y Adriana Conconi Fedrigolli, que durante dos años realizaron inspecciones en diferentes iglesias de Milán y examinaron el fondo Peterzano, que contenía 1.378 obras del pintor y de sus discípulos y que actualmente se encuentra custodiado en el castillo Sforzesco de la capital lombarda.
Sobre el hallazgo, Bernardelli comentó que "era imposible que Caravaggio no hubiera dejado ningún testimonio de su trabajo entre 1584 y 1588 en el estudio de un pintor famoso y buscado" como Peterzano.
Sus investigaciones se basaron en una metodología de estudio que permitió distinguir el canon geométrico que contienen las representaciones del primer periodo romano de Caravaggio, a partir de los rostros de los jóvenes efebos presentados por el artista hasta su obra "Chico mordido por una lagartija" (1596).
"Cada pintor tiene uno, como si se tratara de una fuente de estilo", subrayaron ambos historiadores, que explicaron cómo, tras este primer paso, procedieron a buscar las mismas proporciones en las obras de estudio realizadas por los discípulos.
Asimismo, los responsables del descubrimiento comentaron que al menos 83 de los dibujos hallados en el fondo Peterzano fueron reproducidos en diversas ocasiones a lo largo de la trayectoria de Caravaggio en su madurez.