"Y tú, si sigues True Blood, seguro que también. ¿Se puede no amar a una rubia cuarentona y sexual que dice en voz alta lo que (todo el mundo) piensa? Gracias a ella sabemos que reírnos con True Blood es lo correcto, que odiar a Sookie Stackhouse (y a Tara también) está bien y que lo importante no es si eres vampiro, humano o marciano, sino llevar siempre el mejor look. Y decir la mejor barbaridad. Como Jessica Lange en American Horror Story, Kristin Bauer van Straten sirve, entre otras muchas cosas, para que True Blood conserve su tono. Un tono histérico y absolutamente pasado de rosca que hace tiempo que no engaña a nadie. True Blood es una locura. Nada más y nada menos. Y Pam, una diosa. Incluso con chándal".