GASTEIZ. Serán tres días de intenso y variado rock and roll, con cerca de cuarenta conciertos, repartidos en tres escenarios de la explanada de Mendizabala, y una superestrella como Ozzy Osbourne que presidirá la noche del viernes.

Entre las actuaciones de mañana figuran la de Blue Öyster Cult, otra banda crecida en la década de los setenta, y la de Porco Bravo, dignos representantes del punk rock más canalla que pueda imaginarse en Barakaldo y que sin duda son dignos de ver en escena.

Para los próximos días, la lista es larguísima. Los esperados My Morning Jacket prometen un directo espectacular y los irundarras Lisabö seguro que también triunfan en Gasteiz después de que arrasaran en Barcelona hace apenas quince días en el Primavera Sound.

El Azkena también tendrá sitio para el rock progresivo de The Mars Volta y Danko Jones, todo un puntal del garaje rock contemporáneo, que repite en Gasteiz.

También destacan Brian Jonestown Massacre con su peculiar sonido lo-fi, los británicos The Darkness, que han retomado la antorcha del hard rock en esta década, y el grupo madrileño Lüger, quizá una de las bandas que más ha crecido en España durante el presente año, con razón, ya que están en la punta de lanza del sonido de esta década.

La organización del festival ha comunicado la baja de Ben Kweller, que tenía previsto actuar el sábado, y su sustitución por Dan Stuart, miembro fundador de Green On Red, junto a la Sacri Cuori Band.

Se espera que cerca de 44.000 rockeros se congreguen en Gasteiz durante este largo fin de semana y, a pesar de las dificultades económicas, se mantiene la convocatoria de los conciertos gratuitos a la una de la tarde en la Virgen Blanca, con el rythm & blues de Charles Bradley & The Extraordinaires, el viernes, y el rockabilly de Dick Brave & The Backbeats, el sábado.

Por supuesto, otras muchas cosas sucederán en la ciudad a lo largo de estos días, especialmente durante las horas en las que los escenarios de Mendizabala permanezcan cerrados.

Habrá conciertos en bares, como Iguana Kafe o Hor Dago!, sesiones de música diurnas en las salas más destacadas de la ciudad, como Ibu Hots, o Emedos, y cómo no, un Casco Viejo cuyas terrazas se teñirán de negro hasta que empiece a ponerse el sol y a subir el volumen de la música