"Es un disco vintage", bromea Alain. Y, como toda broma que se precie, tiene su parte de verdad. Porque hace cuatro años y medio que Growing entró a Montreal Studios para grabar con su productor de siempre, Hans Krüger, el que hoy es su nuevo disco, Going nuts, un nuevo paso que nace con huella y que se presenta el próximo sábado 2 en las tablas de Ibu Hots. Hay que sumergirse en el pasado para entender, por tanto, la tercera entrega del trío gasteiztarra. "En aquellos años no parábamos, estábamos todo el día en la carretera", recuerda el guitarra y cantante Alain Hernáez, que junto a Javier Fernández (batería) y Pablo Garrido (bajo) compone una formación que se acerca a su década de trayectoria. "Era un ritmo inhumano", recuerda, con un pico cercano a los cuarenta bolos al año, combinados además con sus quehaceres personales y profesionales, mientras por entonces presentaban su segunda colección, Aquilles heel. Mientras desplegaban estas nuevas canciones, entraron a grabar y se encontraron con una época en la que el ritmo de la banda se moderó y, en paralelo, Alain se desdobló en su faceta solista con Alain Alone. "Así que el año pasado, al escuchar el disco de nuevo, era como escucharlo por primera vez", asegura el cantante. Temas como My life o Kill'em all, recogidos en este nuevo trabajo, pasaron a formar parte habitual del repertorio, pero no es hasta ahora que el resto se añadirán con más fuerza, siempre con el sonido personal de la banda. Un sonido que vuela desde atmósferas melódicas hasta un contundente golpe de decibelios desatados que conocen bien quienes les han visto en directo, alternando las dos vías. "Es muy difícil recoger en un disco ese asalvajamiento, esa agresividad", reconoce Javi, un batería de esos cuya pegada se te queda clavada desde la primera canción. Sus baquetas, como las cuerdas de sus compañeros de viaje, gustan de pulir al detalle las canciones, componiendo temas redondos que, una vez grabados en el surco, se engarzan y cuentan colores variados. "En los tres discos ha habido un poco de todo, no son un monográfico siempre del mismo corte", opina Javi. Curtidos en el escenario, los Growing no dejan sin embargo que su música se pose siempre en los mismos lugares. Cada directo tiene una electricidad diferente, y en los nuevos temas que están saliendo -¡esperemos oírlos antes de que pasen otros cuatro años!- Alain reconoce algunas vertientes que viajan a tonos "más oscuros y con una onda más jazz", siempre manteniendo el sello de la banda.
El sello es el mismo. Y tampoco ha cambiado mucho, desde la última puesta de largo de disco, la posibilidad de ofrecer directos. "Volver a esas cifras es bastante complejo, porque ha habido un importante número de cierre de bares, de gente que ha dejado de programar", comentaba Javi allá por marzo de 2009. Pero la frase vale también para hoy en día. Muchos locales "bastiones" de sus giras anteriores ya no organizan citas musicales, aunque Francia, su segunda patria, se sigue postulando como buena anfitriona. "Si hubiéramos empezado ahora a tocar, con dieciocho años, esto sería imposible".
BCore y Aloud distribuirán en breve un disco que puede conseguirse gratuitamente, con la entrada, en el concierto de la sala Ibu Hots del próximo sábado. Un concierto en el que fundirán los temas de sus tres trabajos y en el que habrá colaboraciones y versiones especiales. Sin teloneros. Toda una noche para los Growing.
Y todas las que se deseen para escuchar los nueve temas de Going nuts, la nueva entrega del trío, que se abre con un Master of puppets en guiño a Metallica. Cuando se suba a escena, Javi ya los habrá visto una vez más, en Madrid, rindiendo tributo al álbum negro. Descerrajará su primer baquetazo, se le adherirán las cuatro cuerdas de Pablo, les seguirán los efluvios emo de la voz de Alain... Y se acabará el barbecho. Growing sigue creciendo.