Ponte en el pellejo de Picasso" fue la propuesta, recuerda Blanca de la Torre. Porque, además de la revisión de Tiempo y urgencia (Guernica), a Artium le faltaba reflexionar y proponer "discursos alrededor de", indagaciones sobre el proceso creativo nacido de la realidad destructiva. "Y los cuatro iban a hilar unos puntos de fuga que iban a hilar o a compensar el discurso de Amondarain", continúa la conservadora del museo. ¿Y qué cuatro se encargarían de este encargo "con un pie en el pasado, pero desde el presente"? Cuatro jinetes -y, efectivamente, hay caballos- para hablar de este apocalipsis: Pilar Albarracín, Daniel García Andújar, Cristina Lucas y Pepo Salazar. En tiempos de urgencias.
En "tiempos de urgencias sociales como en el que estamos", comienza el alicantino García Andújar, apostar por proyectos como éste resulta un "ejercicio de responsabilidad". En su capítulo de la muestra, Operación Rügen -nombre que los militares alemanes dieron al bombardeo-, desarrolla una instalación multimedia en la que rastrea, tras amplia documentación, los vértices menos conocidos del masivo asesinato de civiles, ejemplificados en múltiples piezas. "Es un tema con muchísimas puertas y matices".
Tantas como perspectivas aporta este cuarteto de creadores. "Picasso no tiene conmigo demasiado vínculo", reconoce, por ejemplo, la jienense Cristina Lucas, "pero cómo pasar por alto lo que significa Gernika". Huyendo de la moralización sobre el tema, en su pieza From the Sky Down plantea, a través de la animación, un escaneado de los bombardeos acaecidos desde el inicio de estas prácticas -por llamarlas de alguna manera- hasta nuestros días. "En 1909 el hombre ya puede montar en avión y en 1912 ya está matando", recuerda, avisando de que la lista de culpables es omnívora, de que se búsqueda es la de "contar para que cuente" y remarcar que el paso del tiempo, ése que titula la muestra, sólo vuelve la capacidad de provocar daño de todas las sociedades -no hay buenos ni malos, todos los países ejercen- "más intensa, más eficaz y más destructiva".
Presente en el Guernica y en toda la obra de Picasso, el caballo exige su movimiento en otra sala de la muestra colectiva, de la mano de la artista sevillana Pilar Albarracín. Extrayéndolo del lienzo y cosificándolo -no desvelaremos más-, a través de una acción en vídeo la autora propone en Zaldikoaren heriotza un trabajo "menos intelectual y más de estómago", estableciendo lazos, como acostumbra en su discurso, entre conducta humana y animal. La pieza habla desde su prisma poético de una violencia que -coincide con Cristina Lucas- "se repite en todos los sitios del mundo y a lo largo de la historia".
Como el resto de sus compañeros de muestra, el gasteiztarra Pepo Salazar agradece la oportunidad que ofrece esta propuesta, sobre todo por su carencia de acotación, que la coloca "a un nivel experimental bastante alto". Su trabajo es el único que se cuela inevitablemente por las cuatro salas, marcado por el intangible musical y partiendo de una posición "más abstracta". La instalación sonora 3rd WW Réquiem explora, como Picasso hizo en su propio tiempo, el momento actual, en el que "hay una guerra contra los derechos sociales, en la que se está bombardeando el derecho social", estableciendo con la figura clásica del réquiem una metáfora que funde el arte clásico con la música electrónica y reminiscencias minimalistas y experimentales. Acompaña a la muestra, con sencilla y contundente estética, un concierto que tendrá lugar hoy a las 21.00 en la inauguración de Tiempos de urgencias.
Si Picasso recibió aquel encargo del gobierno de la República en tiempos de guerra con crueles consecuencias para la población civil, Albarracín, García Andújar, Lucas y Salazar lo reciben en una coyuntura de crisis económica, social e institucional -por poner sólo unas pocas-, que reflejan unas urgencias que también estallan sobre muchos segmentos de la sociedad. Su análisis, alejado de lo pictórico del cuadro -a eso se dedicó Amondarain-, propone resonancias que se alían con lo documental, con la poesía, con la animación y con la música, pero que no tienen nada que ver con la visión ortodoxa de ninguna de estas expresiones. Los jinetes caminan por sus propias interpretaciones entre los ecos del bombardeo, extrayendo de la metralla simbólica, de su análisis y de sus resonancias, la pintura para su particular óleo del tiempo.
plaga...ro Trece años después de su paso por el espacio de la sala Amárica, el gasteiztarra Alfredo Álvarez Plágaro vuelve a su ciudad natal...con lo mismo, repitiendo y multiplicando cual plaga. "No ha cambiado en absoluto sus planteamientos, es un hombre obsesionado por la repetición", asegura el director del museo, Daniel Castillejo, que vincula esta tendencia a la que establecen "multitud de paradojas actuales".
El propio Plágaro confiesa que en 1988 tuvo la revelación, "para algunos una estupidez", y desde entonces realiza el mismo trabajo una y otra vez, como un mantra desmant(r)elado. "Una vez que hice dos cuadros iguales ya no hice ninguno diferente", explica, asegurando a la par que ha tenido "una evolución como cualquier artista, incluso diría que más". Tiene una especie de lema, "lo más importante no es lo que es, sino que lo que es lo es varias veces", apunta, mostrando la repetición que dibuja la espiral de la historia. Una espiral, como el propio código genético, que él vuelca a través de una pintura con mucho de escenográfico, de una pintura que se dedica a "torturar" y que, desde hace tiempo, "no me impone nada". Cuadros iguales/Margolan berdinak/Identical paintings rezan los títulos de su/s obra/s, incapaces también de sustraerse al lenguaje de la repetición.
Plágaro estudió Bellas Artes en la UPV y en sus inicios exploró la figuración. A partir de los ochenta, se centró en la abstracción pictórica y fue a finales de esa década cuando comenzó a ejecutar sus gemelos, una línea de trabajo e investigación que ha continuado hasta la actualidad. En esa misma época realizó su primera exposición individual en ARCO, tras lo que su trabajo se abrió al medio internacional.
Sus disparos de repetición pictórica se mezclan hasta el 2 de septiembre con la metralla del cuarteto con raíz de lienzo. Arte que se reproduce con el tiempo, hablando de lo mismo de maneras distintas.