Vitoria. Los haluros de plata son elementos muy sensibles a la exposición a la luz. El halo del tiempo, cada veinticinco años, se concede también un baño argenteo para hacerse sensible a su propio paso, para revelarse. A finales de 2010, el conservatorio Jesús Guridi demostró que, efectivamente, se conserva muy bien. El aniversario de su edificio era la mejor excusa para celebrarse, para sacar brillo a todos los recuerdos que se guardaban desde sus cimientos hasta sus techos, acostumbrados todos al masaje continuado de las notas.

Para perpetuar en el tiempo ese instante, estaba allí Área Audiovisual, registrando, dibujando sobre la piel de plata la instantánea audiovisual de un concierto que, de todas formas, resultó inolvidable. Hoy, tras meses de montaje de repertorio y entrevistas -protagonizadas por Bingen Mendizabal, Juanjo Mena y Paco Ibáñez- el aniversario se rebobina y presiona el botón de play. Con entrada libre hasta completar aforo, el aula magna, a partir de las 19.30 y bajo el título de 25 Aniversario del Conservatorio Jesús Guridi, propone una revisión de aquel concierto único. Una revisión con melodía documental. La banda sonora, claro está, viene de serie. La historia, un poco de casualidad...

"Llevábamos dos semanas dados de alta como productora", recuerda Aitor López de Aberásturi, "cuando me encuentro con Bingen por la calle". Al que anda, le pasa, dice el refrán, y Aitor y Bingen anduvieron y, además, hablaron. "Pues hay una cosa que va a estar muy interesante...", le explicó el compositor a Aitor al saber de su nuevo proyecto profesional. Y la semilla quedó plantada, germinando rápido, ramificándose deprisa. "Había pensado coger una cámara, grabar el concierto y que Bingen tuviera una copia", recuerda Aitor, pero "poco a poco se fue liando".

En ello, rememora López de Aberásturi, "influyó también el hecho de conocer a Juanjo Mena y Paco Ibáñez". De repente, con el paso de las conversaciones, descubrió que el encuentro que se iba a desarrollar el 21 de diciembre casaba a la perfección con las bases que se habían propuesto los responsables de la productora, intentar aunar en sus proyectos el trabajo en el sector audiovisual, la gestión cultural y la investigación histórica. Entrevistar a los tres protagonistas de la velada permitía "contar la historia de por qué era tan especial este encuentro, porque los tres habían estudiado en el conservatorio", cruzándose así en las respuestas sus respectivas trayectorias y reflexiones, generales y mutuas.

Por eso ninguna imagen anexa interrumpe los discursos con el público de los compositores y el director, trío protagonista de las opiniones del trabajo, buscando con "este riesgo o esta oportunidad -formal- que el espectador pueda concentrarse en la voz y en el contenido, que haga una inmersión en lo que ellos dicen".

En la cerca de hora y media de audiovisual, planteado, de este modo, "con un criterio de sencillez y austeridad y, desde el comienzo, "más como un documental que como un concierto", se visitará de esta forma la vertiente histórica y musical de esta reunión inédita, con la que los Martes Musicales, saliendo de su tradicional reducto de Dendaraba, conmemoraron el veinticinco aniversario del Conservatorio Jesús Guridi a través de un concierto sinfónico coral. La ejecución de la velada corrió a cargo de la Orquesta 25 aniversario, bautizada de este modo en honor a la citada efemérides.

Formada por profesores y exalumnos del centro, y guiada por la batuta del director vitoriano Juanjo Mena, la cita contó con la participación del Coro del Conservatorio Jesús Guridi, del Coro Infantil Udaberria y del Coro Kanta Kantari Vedruna, abriéndose con una pieza del compositor vitoriano Jesús Guridi, Diez melodías vascas, y sumando un programa que completaron piezas de los ya citados Mendizabal e Ibáñez, además del fundacional referente del centro, Carmelo Bernaola.

El programa, con sello inminentemente alavés, está fuertemente vinculado, de este modo, al Conservatorio Jesús Guridi, que celebró con sus bodas de plata una trayectoria que ha supuesto para Gasteiz una nueva etapa, una nueva perspectiva en la formación y en la creación musicales. Un concierto que fue único y que, también esta tarde, volverá a serlo, conservado en un baño de plata que "en principio sólo se proyecta una vez, así que, quien quiera verlo, que se organice", avisa López de Aberásturi. El conservatorio sigue, mientras tanto, con una labor que siempre va in crescendo, como la de una Área Audiovisual que en breve, a final de mes, presentará también otro proyecto, El sendero interior.

"Siempre hay un resurgir, un renacimiento...". "Poder ver que seguimos haciendo lo que pensábamos cuando empezamos...". "Aquí he dejado parte de mi alma y de mi vida...". Son algunas frases del trailer de este documental que respira en blanco y negro, quizás hermanado con las teclas de un piano, quizás con el negro de una corchea. De la corchea al corcho, la proyección se anuncia desde hace días. Pero fue hace algo más de un año cuando se profestizó este encuentro en las sombras del conservatorio, que se iluminan a las 19.30 con imágenes y sonidos, con recuerdos y opiniones, orquestados con plata de ley.