Decía Quentin Tarantino que en sus referenciales películas él no se dedica -como otros muchos aseguran- a hacer homenajes. Que él roba directamente planos e ideas de sus realizadores favoritos. Algo así hace Carlos Latre, que los días 21, 22 y 23 de junio toma las tablas del Teatro Principal con su último espectáculo. Pecado de latrecinio el que comete este prestidigitador de la voz y el tono, de este "Messi de las mil imitaciones" -metáfora, cómo no, de El Periódico de Catalunya-, que en una suerte de pirueta de Robin Hood roba a los famosos para dárselo a los anónimos.
De Sherrif de Nottingham ejercerá, en esta ocasión, Javier Maroto, porque una de las señas de identidad del incombustible Latre es mimetizar con la realidad, además de las cuerdas vocales, el propio guión de un Yes, we Spain is different que se tornará VTV en sus tres días de estancia en Gasteiz. Si Latre Esponja acaba adoptando acentos en pocas horas, también la Green Capital, el Caja Laboral o las actualidades que pululen por la ciudad durante los días de su visita serán carne de guión. "Estoy viendo vídeos de Maroto... de momento, lo que no tenemos son presupuestos", ironiza. Robin afina las saetas.
Tendrá un carcaj bien cargado. Y un ejército de cien personajes -hasta cuarenta a la vez en escena- que entonarán cual coro griego sin tragedia. Porque aquí todo es comedia. Y también se canta. Todo a partir de un guión que Latre gestó "con David Lillo y su equipo" -la familia habitual- y que desgrana y adapta a cada escenario desde hace dos años. Para cuando aterrice -de nuevo- en Vitoria, ya llevará más de 200.000 espectadores.
"Hacer reír y pasar un buen rato" son, como siempre, los objetivos. Y parten de un libreto en el que la trama surge al llegar Rajoy a la Moncloa "y encontrar que Zapatero ha vendido España a Alemania". De la caja de Pandora emerge el centenar de voces, desde políticos a deportistas, dispuestos a dejarse poseer por el humorista valenciano, que ya confiesa, de inicio, guiños a esta tierra. Porque, en ese nuevo escenario bávaro, "los únicos que aguantan son los vascos"... Antes de que Obama llegue en plan mesías.
"El público de Vitoria siempre es increíble", asegura Latre, que parece de repente Bisbal, pero sin genuflexión de la voz. La única imitación -se reserva al alcalde-sheriff para junio- que esboza es la de Marcelo Bielsa, cuya repercusión "ha sido una sorpresa" tras sus pases en el programa catalán Crackòvia. "Argentina, Chile, Brasil están muy de actualidad... podemos sacarle petróleo", improvisa con su habitual velocidad de pirueta lúdica.
La misma que combinará, dentro de la hora y media de obra, el libreto estandar y los añadidos locales que tomará "de lo que se hable en los bares o en los periódicos de Vitoria esos días". Hay veces que, en una misma ciudad, "el viernes hacemos una cosa, al día siguiente otra y al día siguiente otra", asegura. En Gasteiz estará jueves 21, viernes 22 y sábado 23 de junio, dentro del ciclo de humor del Principal -que abrirá Yllana-, y los tickets podrán adquirirse desde este martes 24 -poseedores de la tarjeta del espectador-, y, desde el 25 -resto-.
A pesar del tour de force de cada función, a Latre le gusta "hablar con la gente cuando acaba la obra". Seguir absorbiendo. Parece que se colara en las mentes de su público. De hecho, cuando escucha la convocatoria de venta de tickets, no puede evitarlo. "¡Me voy a comprar la entrada ya!". Los periodistas se levantan, camino de las redacciones... "Gracias", añade, con su propia voz. "Eskerrik asko", se dobla, robando un guiño bilingüe.