La Haya. Poder disfrutar de unas vacaciones privadas y alejadas de los focos de los periodistas era el sueño de los príncipes herederos de Holanda, Guillermo-Alejandro y Máxima. Y tras unos cuantos años de espera, la pareja real ha podido cumplirlo.
Según publicó ayer el diario holandés De Volkskrant, Guillermo-Alejandro y Máxima han comprado una villa de vacaciones en la localidad griega de Kranidi por 4,5 millones de euros. Los príncipes tendrán vecinos ilustres ya que en ese municipio pasan sus vacaciones el primer ministro ruso, Vladimir Putin, y el actor escocés Sean Connery.
Según ese diario, la propiedad fue vendida por el fotógrafo alemán Manfred Rieker y dispone de todas las comodidades: desde una piscina a un puerto de embarque o una playa privada.
La compra se habría cerrado a principios de este año, después de que los príncipes de Holanda vendieran otra villa de vacaciones en Mozambique, de la que tuvieron que desprenderse por las críticas políticas y ciudadanas desatadas.
Guillermo-Alejandro y su esposa cedieron esa mansión en Mozambique a la constructora Manchangulo S. A. por una "cantidad simbólica".
En 2009, ante las críticas contra la pareja por construir una lujosa villa en un período de crisis económica y ajustes presupuestarios públicos, Guillermo y Máxima comunicaron que la pondrían en venta.
Los príncipes se embarcaron en ese proyecto en 2007 con el fin de tener un lugar propio y tranquilo donde pasar sus vacaciones.