¿De dónde surge '24 golpes'?
Desde hace unos años, desde el momento en que termino un disco ya empiezo con el siguiente. Fue acabar Detalle del miedo y escribir canciones para este trabajo. En principio, la idea era un disco íntimo, muy alejado del rock. Y así fue, pero estuve seis meses sin poder tocar la guitarra. Me di cuenta de que tenía un trabajo con otro color, mucho más rock. Por eso decidí aparcar el proyecto Malas Influencias.
Anunció que este disco sería un cambio radical, ¿Cómo se puede ser más radical con influencias de los años 70?
Es muy radical porque navega a contracorriente. No creo que en España se pueda encontrar un disco así. 24 golpes suena muy, muy analógico, con una producción de baterías y guitarras muy anclada en los años 70. La primera pincelada de radicalidad va por ahí, por el sonido. Luego es un disco de rock, que choca mucho con el anterior. Estoy profundizando más en cantar tonos más graves. Aquí he probado darle más grano, que es lo que me pedían las canciones. Yo pongo el disco, escucho la primera canción y no me reconozco. Y eso me encanta.
Su voz parece muy alejada de los discos anteriores, más desgarrada.
Estoy pasando una fase en que no me gusto demasiado como cantante. Escucho mis discos antiguos y no me gustan, me he cansado de ellos. A lo mejor dentro de diez años reniego de esto, pero para mí sacar un disco después de 21 anteriores y sentir que estoy haciendo algo muy distinto me llena muchísimo.
¿Por qué mirar a los 70?
Uno no lo busca. Quería hacer un disco de rock con un sonido más contemporáneo. Pero fue caer en manos de Henry Hirsch, el ingeniero y coproductor, cuando todo se fue al traste, para bien. Acabamos como una secta, diseccionando los primeros discos de Bowie y los Beatles.
¿Qué le enseñó?
Él defiende que la música dejó de sonar bien en 1975, sobre todo el rock. Al rock el mundo digital le sienta fatal. Soy muy consciente de que la inmensa mayoría de la gente que compre mi LP no va a valorar esto. Lo que pasa es que yo hago los discos para mí y estoy encantado con éste. Encima, por primera vez en mucho tiempo, se vuelve a editar en vinilo, que es donde se oyen bien.
Pero aun así, sigue sacando un disco en CD.
Yo pensaba, honestamente, que Detalle del miedo iba a ser mi último disco en editarse físicamente.
El año pasado anunció que durante el verano iba a colgar un disco en Internet para que la gente se lo descargase de forma gratuita.
Warner todavía apuesta por el CD y a mí me parece perfecto. Ellos quieren vender discos, y yo también. Vamos a apostar por lo de siempre, a lo que se añaden las ventas digitales y el vinilo. Por lo tanto, siento lo mismo que hace dos años: que este va a ser mi último trabajo en CD.
¿No le parece una actitud cobarde no arriesgar más?
No es cobarde. Detalle del miedo se ha vendido y confían en que todavía van a vender. Cuando ellos vean que las ventas del digital sea mayores que las ventas en CD me imagino que cambiarán.
Este trabajo es bastante comedido: sólo diez canciones muy cortas.
24 golpes huye de forma premeditada del anterior disco, que tenía 57 minutos. Éste tiene 38. Podrían haber sido muchas más canciones, pero yo lo quería así. Tiene un sonido un tanto difícil y me apetecía hacer el que ha sido el disco más corto de mi carrera.
¿Por qué se ha animado a volver a escribir letras?
Mi letrista habitual, Jesús María Cormán, me dio calabazas. Eso me obligó a ponerme por primera vez en muchos años delante de un papel y un boli. Al principio me costó mucho, pero ahora estoy encantado y aspiro a escribir todas las letras para el próximo trabajo.
En el disco describe un mundo lleno de pesimismo y desamor.
Y eso que soy
una persona enamorada y feliz. Son esos días en los que te sientes maltratado por la vida, por la razón que sea, cuando te salen las canciones.
Con el CD regala 'Eléctrica PKWY'.
Es un disco que lleva las canciones que empecé escribir al principio de 24 golpes. Una vez que tenía el disco grabado, vi que tenía muchos temas que se habían quedado fuera que me parecía que tenían entidad. Es un complemento perfecto. De hecho la canción que da nombre a este disco, 24 Golpes, está en Eléctrica PKWY; por tanto los dos discos están hermanados.
¿Cómo será el disco en concierto?
Vamos a llevar una banda muy parecida a la que ha grabado el disco: guitarra, piano, bajo, batería y yo. Y vuelvo a las salas pequeñas a hacer concierto de rock, con un público entre 500 y 1.000 personas.
¿Qué tiene en mente ahora?
Estoy yendo hacia una línea más radical. Lo siguiente va a ser un paso más allá y me gustaría grabarlo en mono.
¿El próximo disco lo veremos sólo en Internet?
A lo mejor. Me encantaría colgar canciones en Internet conforme las fuera grabando, pero tengo un contrato que me ata a la compañía. De hecho, si no hubiera grabado Eléctrica PKWY, yo lo hubiera regalado en Internet.