madrid. Distendidos y sin rivalidades, los nominados a la XXVI edición de los Goya celebraron ayer su fiesta, con una foto de familia en la que figuraron José Coronado, Elena Anaya, Enrique Urbizu o Mateo Gil pero en la que se ausentaron Almodóvar, Antonio Banderas y Salma Hayek. Sin discursos preparados y con trajes de cóctel en vez de gala, la velada, celebrada en la Real Casa de Correos, tuvo como anfitrión a Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine, quien transmitió un mensaje de valentía: "El cine es difícil, es duro, se avecinan tiempos probablemente más duros, pero es maravilloso. Estáis ahí, sois los que habéis llegado a la final. Habrá unos vencedores, pero os aseguro que no habrá perdedores", dijo.