madrid. El sevillano Enrique de Melchor, uno de los grandes guitarristas flamencos junto a Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar, falleció ayer a los 61 años en Madrid tras una larga enfermedad, según informó a Efe la SGAE.

Nacido en Marchena (Sevilla) el 15 de julio de 1950, donde vivió hasta los 12 años, Enrique de Melchor residía en Madrid, donde tenía una tienda de guitarras flamencas y en cuyo Cementerio de San Isidro fue instalada ayer la capilla ardiente.

Fue en la capital donde comenzó a trabajar en el tablao de Manolo Caracol y desde entonces acompañó a las grandes voces del flamenco, como Antonio Mairena, Camarón de La Isla, La Perla de Cádiz, Pansequito, Rocío Jurado, Chiquetete, El Lebrijano, El Fary, María Jiménez o José Menese, entre otros muchos. Como solista actuó en escenarios como el Queen Elizabeth Hall de Londres, el Teatro Real de Madrid, el Liceo de Barcelona o Carnegie Hall de Nueva York, y acompañó a otros guitarristas como Paco de Lucía y cantantes como Montserrat Caballé o José Carreras. Enrique de Melchor, que acababa de grabar un disco con el cantaor Antonio Suárez Salazar, conocido como Guadiana, tiene trabajos de éxito como Bajo la luna (1989), La Noche y el Día (1991) y Cuchichi (1992), pero uno de sus discos más celebrados fue Arco de las rosas (1999), que incluía el tema La danza de los gitanos con Amancio Prada y Paco Rabal.

Los amigos y compañeros del guitarrista sevillano valoraron ayer su figura como la de un "auténtico guitarrista de cantaores" y destacaron su estilo propio y su compromiso con el flamenco. El cantaor Diego el Cigala señaló a Efe muy afectado que "era un bendito, Enrique de Melchor era bueno desde que se levantaba hasta que se acostaba, y como artista era la rehostia". "Tenía el conocimiento de lo que era tocar la guitarra para cantar, que hoy día no saben tocar la guitarra para cantar: era un guitarrista de cantaores. Y aparte de personalidad, tenía un sello propio", consideró. También la artista Marina Heredia indicó que Enrique de Melchor era "un guitarrista muy característico del flamenco". "Ha acompañado a todos los grandes y ha sido un artista muy comprometido, muy luchador y con un toque muy personal". Con De Lucía y Sanlúcar, añadió, "formaba ese grupo privilegiado que siempre ha tirado del carro" de este arte.