valladolid. El francés Robert Guédiguian, dio ayer un golpe de autoridad en la Seminci con la proyección a concurso de Les neiges du Kilimandjaro (Las nieves del Kilimanjaro), un drama humano ambientado en la crisis económica que fue muy bien recibido.

Guédiguian, de padre armenio y madre alemana, ambienta en el barrio portuario de su Marsella natal un filme que transita entre la comida y el drama y que por momentos se asoma al abismo de la tragedia. La crisis económica obliga al sindicato de trabajadores de un astillero a aprobar la oferta de veinte despidos mediante un sorteo en el que resultan elegidos, entre otros, el representante de los trabajadores y un joven empleado en situación marginal, envueltos más tarde en una turbia relación.

El director ha trasladado al siglo XXI el espíritu de reivindicación y solidaridad que rezuma el poema de Víctor Hugo Les pauvres gens, a través de un largo que no da tregua al espectador al someterle a un continuo torrente de interrogantes en función de las situaciones que se suceden. Las nieves del Kilimanjaro lo tiene prácticamente todo en perfecta alquimia: guión, música, interpretación y fotografía, como entendió la crítica y el público asistente a la proyección, que ovacionó el trabajo. Dura, lírica por momentos, reflexiva y agitadora de conciencias resultó que no toma su título del libro de Hemingway, sino de una canción muy popular en Francia de Pascal Danel.

HUMOR IRLANDÉS Compitió también ayer el realizador británico John Michael McDomagh con su ópera prima The Guard, un western cómico rodado en escenarios irlandeses e inspirado en sí mismo. Los dos actores principales, Brendan Gleeson y Don Cheadle, han contribuido a conseguir la financiación de la película, que también tiene la ventaja de ser una comedia. The Guard es la historia de un sargento de policía en la localidad de Galway (Irlanda) con un humor irreverente y antiautoritario.