Vitoria. Con la presencia en la sala de sus dos inmediatas predecesoras en el cargo, algo inédito en la comisión de Cultura de las Juntas Generales de Álava, la diputada Iciar Lamarain compareció ayer ante los grupos de la Cámara foral para dar cuenta de sus planes de cara al futuro más o menos inmediato, consciente de que la crisis lo condiciona todo y de que los presentes ya conocían por los medios de comunicación la decisión de romper la colaboración entre el Ejecutivo y la Asamblea Amarika, y la de disolver el Consejo Asesor de las Artes Musicales.

A lo largo de dos horas y cuarto, y a pesar de casi quedarse afónica, la nueva responsable del área de Euskera, Cultura y Deporte sentó las bases de su alocución sobre tres ideas básicas: la primera, los recursos económicos son escasos y aunque habrá que esperar a la presentación del proyecto de Presupuestos, el recorte en el departamento, por tercer año consecutivo, va a ser imposible de parar ("esperemos que no sea de más del 10%", vaticinó); la segunda, que la crisis entorpece pero no impide, si, eso sí, se optimizan los recursos propios y se llevan a cabo modelos de trabajo justos y razonables; y la tercera, que la oferta cultural y las inversiones llevadas a cabo en emplazamientos como la Catedral, el Valle Salado o la red de museos deben ser puestas al servicio de la promoción turística para buscar y encontrar réditos económicos, máxime en un contexto como el actual.

Entre su discurso y las posteriores preguntas de los grupos, Lamarain apostó por hacer realidad esa intención tantas veces escuchada en Juntas de convertir a los pueblos en partícipes de la actividad cultural, por mantener las líneas de trabajo de espacios como Santa María o Artium, por hacer visibles los museos forales (con especial atención a los de Ciencias Naturales y Bellas Artes) dotándoles de una ventana a las nuevas tecnologías y consiguiendo que el Ayuntamiento de Gasteiz mejore su señalética, por favorecer la divulgación de servicios como el de restauración (que en 2012 cumplirá 25 años),... y, en definitiva, por poner en valor lo propio con los recursos de la casa y sabiendo que la cartera está casi vacía así que ni se pueden hacer promesas que no se van a cumplir ni enfrascarse en grandes proyectos.

Sin embargo, donde la responsable popular ofreció más detalles y donde también se generaron más momentos de tensión (sobre todo, con la ex diputada Lorena López de Lacalle) fue a la hora de plantear el futuro de las tres salas forales de exposición, cómo se ha tratado a los miembros de la Asamblea Amarika y cómo han conocido estos la decisión del Ejecutivo de no seguir contando con su gestión compartida. En este último punto, Lamarain aseguró que los artistas ya conocían sus intenciones puesto que así se las trasmitió hace unos días en Artium "cuando me abordaron dos de sus integrantes", según describió. Con todo, defendió que el grupo podrá seguir presentando sus propuestas para ver si son aceptadas por la Diputación, pero sin que eso signifique que la institución "externalice" sus funciones.

En cuanto a qué va a pasar a partir de ahora, la responsable explicó que las tres salas se van a especializar, dedicándose la del Archivo a la transmisión del conocimiento a través de las funciones y herramientas propias de ese espacio, la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa a actos y exposiciones de diverso ámbito, y Amárica a los artistas locales, para quienes se generarán herramientas de apoyo que, eso sí, todavía están sin especificar.

Además, la actividad de las tres estará condicionada cada año por un hito determinado para intentar aprovechar el eco mediático de distintos actos o efemérides. Así, en 2012 deberán tener en cuenta la Green Capital; en 2013, con motivo del 200 aniversario de la Batalla de Vitoria, deberán trabajar sobre conceptos como la paz, la guerra...; y en 2014, cuando se cumplen 150 años de la llegada del ferrocarril, tendrán que mirar a conceptos como la comunicación y la modernidad.