VENECIA. Como si de uno de sus videoclips se tratara, la cantante estadounidense Madonna presentó hoy fuera de concurso en el 68 Festival Internacional de Cine de Venecia una muy coreografiada y musical segunda película como directora, "W.E.", todo un canto a la liberación femenina.
La "reina del pop", cuya vida está llena de romances y fracasos sentimentales, pone imágenes a la historia de la estadounidense Wallis Simpson, cuyo amor por Eduardo VIII le llevó a este a abdicar al trono inglés en 1936 y a quien plantea como ejemplo de búsqueda de la felicidad femenina.
Durante casi dos horas, un metraje quizá excesivamente largo para la trama, Madonna presenta la historia de Simpson en paralelo, ya en la época actual, con la de Wally Winthrop, una joven neoyorquina obsesionada con el personaje de la esposa de Eduardo VIII y quien será también reflejo de la lucha femenina al tener que superar un matrimonio en el que sufre maltrato físico y psicológico.
"Me identifico con ella (Simpson) en el sentido de que cuando las personas se convierten en famosos o iconos se reducen a un simple sonido, al que se le atribuyen unas cosas. Wallis Simpson no fue entendida. No fue entendida la elección del rey, porque a veces la gente afronta las circunstancias insólitas con miedo", afirmó la cantante durante la rueda de prensa de presentación de la película.
"El mundo que se encontró Wallis era un mundo de belleza, pero también decadencia. Quería reflejar este mundo también en la época moderna, que se desarrollase en el mundo moderno, en un ambiente de belleza y glamour. Quería subrayar también que la belleza no tiene por qué garantizar la felicidad", agregó.
"W.E.", iniciales que responden a Wallis y Eduardo, pero evocan también al "nosotros" en inglés, lleva y trae al espectador de la Inglaterra de principios del siglo XX al Nueva York actual con dos historias en paralelo que hacen pensar que esta es una película muy personal dirigida por una cineasta a sus 53 años.
"No puedo dar un porcentaje. Siempre hay parte de mí en todo lo que hago. Decir que esta persona soy yo o lo que yo he vivido, no es justo. Las cosas fluyen a través de ellas mismas y lo que sale es un remanente de la experiencia personal, que a su vez bebe del entorno y de las influencias que he tenido", apuntó Madonna.
Lo cierto es que la película, con una rica carga musical y que ofrece continuos bailes de cámara y de personajes con una coreografía propia de sus vídeos musicales, hace pensar que la historia personal de Madonna se encierra detrás de la de Wallis Simpson, esa estadounidense incomprendida que un día marchó a Inglaterra, el país adonde la cantante ha trasladado su residencia.
"En algunos momentos me he sentido una 'outsider'. Cuando llegué a Inglaterra. Ahora ya no me siento así. Ahora me siento mucho mejor en Inglaterra y creo que (el país) me ha dado un gran apoyo en el caso de este filme", indicó la cantante.
"W.E.", producción británica acogida hoy con pocos aplausos por la prensa al final de su proyección y que incluye al personaje de Mohamed Al Fayed como secundario, cuenta con los actores Andrea Risenborough (Wallis Simpson), Abbie Cornish (Wally Winthrop), James D'Arcy (Eduardo VIII) y el guatemalteco Oscar Isaac.
Winthrop, personaje protagonista en la película de escenas de maltrato físico de una gran crudeza visual, luchará por conseguir sobreponerse a su desdichado matrimonio (Wallis Simpson se divorció dos veces antes de casarse con Eduardo VIII) tras conocer a un vigilante de seguridad ruso de Sotheby's, al que da vida Isaac.
"Creo que el amor es imposible de describir o entender. Es como entender la naturaleza de Dios. Es una cosa intangible e inexplicable. Es lo que nos mueve a todos. Sin amor nada existe y no podemos hacer una historia de amor banal, puesto que ese amor no sería verdad", afirmó Madonna.
La "reina del pop" reconoció el apoyo de Ritchie y de su también exmarido Sean Penn a su carrera como cineasta, en la que ya cuenta con el filme "Filth and Wisdom" (2008) y que, según ella, es algo que siempre había querido hacer, desde muy pequeña.
La presencia de Madonna en la Ciudad de los Canales, donde se aloja en el Hotel Bauer, ha revolucionado el Festival de Venecia, ya no solo por el ir y venir de fotógrafos en busca de la diva, sino también por el gran número de seguidores que desde primeras horas de este jueves aguardaban a la caza de un autógrafo.