Los Ángeles. Apenas le había dado tiempo a quitarle el polvo a su trofeo de soltero de oro y ya ha tenido que volver a guardarlo en el fondo del armario. Tras haber roto con Elisabetta Canalis hace poco más de un mes, parece que George Clooney no sólo ha querido dejar atrás su relación, sino todo lo que su ex pareja representaba.

De la elegancia, la dulzura y los modos aristocráticos de Canalis poco parece haber en su nueva conquista: Stacy Keibler, de 31 años, una rubia de 1,80 metros, exuberante, que garantiza esa dosis justa de peligro y sensualidad. No en vano, saltó a la fama como luchadora profesional de wrestling (lo que se conoce en España como lucha libre), ámbito en el que se granjeó apodos como Miss Hancock y Super Stacy, consiguiendo gran popularidad gracias a la extrema longitud de sus piernas y a su curiosa habilidad para mezclar la danza y el canto con las artes marciales.

Después de abandonar el ring en 2006, Keibler siguió trabajando como actriz eventual y modelo, y se mantuvo en primer plano participando en reality shows como «Dancing with the Stars».

La chica, prometer, promete. Y no sólo diversión, sino algo más importante para Clooney: parece no tener intención de atormentarle con anhelos matrimoniales y familiares. Los rumores sobre que Keibler podría ser la nueva "afortunada" que ocupa el corazón de George Clooney -y eso sí que es una prima de riesgo- saltaron desde los medios norteamericanos.

Al parecer, Clooney salió de su casa en el lago Como acompañado de la despampanante rubia. La exluchadora, que acaba de romper su relación con Geoff Stults, pasó una temporada junto al actor en su villa italiana. Se conocían desde hace años porque tienen amigos en común, pero, según Life & Style, la relación habría subido unos grados de temperatura en julio, cuando Keibler viajó a Italia.

Los medios de prensa rosa estadounidenses apuntan que se trata de "pura diversión" y sugieren en los titulares como "¿Será capaz Super Stacy de dejar K.O. a Clooney y conseguir que vuelva a pasar por el altar?". Pero todo apunta a que ni esta heroína podrá conseguirlo.

"George no está listo para algo serio. Es una aventura, pura diversión", comentan fuentes cercanas al actor al portal Showbiz Spy. Sin embargo, a juzgar por los comentarios de su Twitter, aunque la modelo rechace compromisos emocionales fuertes, sí parece entusiasmada con este affaire a orillas del lago Como. Todavía no se sabe si cuando tuiteaba "estoy en el cielo" sólo se refería a su vuelo a Italia o a otro tipo de viaje celestial. Lo que sí parece claro es que cuando aseguró que "soy la chica más afortunada del mundo" más de una mujer del planeta comprendió que la fortuna de Keibler tenía canas y porte de galán.

Por su parte Clooney -a punto de estrenar Los idus de marzo- confesó que sus compromisos laborales son los que hacían fracasar todas sus relaciones. "Me encanta trabajar, estar en un plató de cine, tratando de hacer algo especial. Es una vida muy egoísta". Sólo falta averiguar si, como en las películas, alguien le hace cambiar de opinión.