MADRID. José Ortega Cano abandonó la finca Yerbabuena, donde ha estado descansando durante nueve días, para trasladarse a Madrid, donde a partir de ahora comenzará su rehabilitación, bajo las ordenes del Doctor Alfonso del Corral, amigo íntimo de la familia Ortega Cano.

El diestro, que llegó en un coche del propio hospital, acompañado de su hijo, su sobrino Paco y uno de los hombres de confianza de la familia, aún sigue en silla de ruedas, con las dos piernas escayoladas, pero visiblemente más animado. "Me han hecho un trabajo muy exhaustivo de las dos piernas y de la cadera porque tengo varias fracturas muy graves", explicó Ortega Cano a las cámaras de Europa Press.

"Me quedaré en Madrid el tiempo que sea necesario", añadió. En estos difíciles momentos toda la familia del torero se ha volcado en su recuperación, por ello no han dudado en visitar al viudo de Rocío Jurado. Todos menos la familia Mohedano, a la que Conchi Ortega Cano le ha mandado un mensaje implícito: "Nosotros somos los que estamos".

Pero sin duda, el mejor apoyo para el diestro están siendo sus hijos, José Fernando y Gloria Camila. El joven de 18 años no se ha separado ni un minuto de su padre, por lo que, preguntado por la supuesta polémica que existiría entre ellos, el diestro confesó: "Quiero mucho a mi hijo y él me quiere mucho a mí, me cuida y es muy bueno".