DONOSTIA. "Sí, sí… La cena de Cyndi Lauper es el día 25", recuerda un miembro del equipo del Jazzaldia a la persona que le atiende al otro lado del teléfono. En la oficina del festival trabajan con más prisa que pausa para que ningún cabo quede suelto entre el jueves y el lunes. Este año se prestará una atención especial a una novedosa iniciativa: 'Las noches de San Telmo'.

El jueves arranca la 46ª edición con un concierto de lujo y gratuito, el de B.B. King.

Su presencia en la playa de la Zurriola puede ser, si el tiempo acompaña, uno de los eventos del verano, con una asistencia sonada que podría llegar a las 40.000 personas. B.B. King ha traspasado todo tipo de fronteras y es un músico para todos los públicos: mucha gente le conoce y a quienes no controlan su carrera les suena. Hoy en día, es el representante con mayúsculas del blues.

Tiene ya 85 años. ¿Qué tal se desenvuelve sobre el escenario?

Evidentemente -no quiero engañar a nadie- no vamos a recibir al B.B. King de los mejores días. Canta y toca sentado porque lleva trabajando 70 años. El tiempo no pasa en balde, pero estamos hablando de una leyenda, uno de los pocos nombres de semejante estatura que le quedan a la música negra.

¿Cómo afrontan el estreno de 'Las noches de San Telmo'?

Es la novedad más importante de este año y nos hace cada vez más ilusión. Permitirá al público descubrir espacios de San Telmo a través de la música, en un ambiente especial de magia nocturna. Nos apetece especialmente ver las dos actuaciones que habrá en la iglesia, la de Jan Bang será amplificada y la de Jan Garbarek sin amplificación. Tenemos muchas ganas de ver el resultado por la belleza de la iglesia y la idoneidad de las propuestas sonoras. Es casi un reto.

El problema de los conciertos del museo es que habrá tres al mismo tiempo.

No se podrá llegar a todo, no. La idea es que con la misma entrada se pueda disfrutar de las tres actuaciones al estilo del Jazz Band Ball. La gente irá moviéndose de un escenario a otro, eso sí, con un mínimo de respeto, porque son propuestas más calmadas que las de las terrazas del Kursaal y la Zurriola. No hay espacio para que todo el mundo esté, por ejemplo, en el concierto de John Scofield. El público tendrá que repartirse por las distintas salas. ¿Saldrá bien? Es una prueba, porque nos encantan los retos, demasiado, y nos metemos a ello.

De hecho, 'Las noches de San Telmo' coinciden con los conciertos de las 0.30 horas en el Escenario Verde. ¡Parece el Primavera Sound!

Ésa es la idea. Pero es algo que ni lo ha inventado el Primavera Sound ni el Jazzaldia. Si vas al Festival de La Haya, por ejemplo, es así, pero a lo bestia: tres escenarios programando al mismo tiempo. Y no es por querer ser más que nadie, pero hay tantas ofertas y posibilidades de programar, tantas cosas que no nos caben, que al final dices: "Vamos a estirar el presupuesto un poco y metemos eso también". De ahí que el programa de este año sea muy denso en cantidad de espectáculos y también en calidad. Por ejemplo, la Plaza de la Trinidad tiene un nivel medio que no ha tenido nunca. Cierto es que ha habido nombres muy impactantes, como James Brown o Van Morrison, pero el nivel medio de este año es impresionante.

En un año en el que 'la Trini' está totalmente consagrada al jazz y al blues.

Así es, la programación era lo suficientemente importante como para que no tuviésemos la tentación de recurrir a nada que no fuese jazz o blues. El primer día tendremos a Abdullah Ibrahim y a Tea for 3, con Dave Douglas, Enrico Rava y Avishai Cohen a las trompetas, y Uri Caine al piano. También tocarán en la Trini John McLaughlin, Medeski Martin & Wood, el bajista Avishai Cohen y Cassandra Wilson. Para la clausura nos hemos asegurado de que Cyndi Lauper venga para hacer blues. Además, hará algo que ella parece no entender demasiado: saldrá al escenario antes que Mavis Staples. A nosotros nos parece algo lógico y el público seguro que también entenderá que ella sea la gran dama de la jornada: Mavis lo es todo dentro del blues y del góspel.

En el Kursaal hay dos nombres, Stanley Clarke e Hiromi, que actuaron juntos el año pasado y que ahora vuelven con Return to Forever y su propio trío, respectivamente. ¿Es cada vez más difícil encontrar artistas que no hayan visitado nunca Donostia?

Es muy difícil, pero siempre se encuentran cosas. De todos modos, en el caso de Hiromi, su regreso ha sido algo totalmente buscado. El año pasado impresionó tanto sobre el escenario que había que traerla con su propio proyecto. Lo de Clarke con Return to Forever junto a Chick Corea y compañía, es algo que no podíamos desaprovechar, porque su representante en España es quien nos pidió incluirles en la programación y el concierto lo monta un promotor privado, por lo que el gasto es cero para nosotros.

En cambio, Toots Thielemans, que recibirá el premio Donostiako Jazzaldia, jamás había actuado aquí.

No, y tampoco ha girado mucho por España porque, en realidad, no es un nombre muy conocido. Es un músico belga autodidacta, que no ha tenido grandes proyectos ni músicos especiales, sino que ha mantenido siempre un estilo muy similar desde su juventud. Puede tocar con cualquier tipo de músico - yo tengo un disco suyo con McCoy Tyner- y, con cerca de 90 años y un instrumento a priori tan poco jazzístico como la armónica, mantiene un estatus de primera figura del jazz europeo.

¿Cuál es su mayor aportación al jazz?

Ahora interpretamos el jazz europeo como jazz de vanguardia, con cierta complejidad armónica y un cierto abandono de swing. Toots, en cambio, pertenece a la parte de la historia del jazz europeo que perseguía la búsqueda del swing. Fue uno de esos músicos europeos que alcanzó un nivel equiparable a cualquiera de los estadounidenses, con una base musical no afroamericana. Además, tiene casi 90 años y, a diferencia de B.B. King, suena prácticamente igual que cuando tenía 30 o 40.

Este año los conciertos secretos lo serán menos, porque ya se conoce qué grupos actuarán…

A todos los grupos, que son mayoritariamente locales, les hace ilusión aparecer en el programa porque es una ventaja para sus currículos. De todos modos, hay un concierto que aún no se ha anunciado y que va a ser absolutamente secreto. Además, algunas ubicaciones sí serán sorprendentes, por lo que el interés se mantendrá hasta el final.

Otra novedad es el concurso '¿Faltas tú en el Festival?', que permitirá a un grupo tocar en el nuevo Espacio Coca-Cola...

Ya hay unas veinte candidaturas con propuestas de todo tipo. Solistas, latin jazz, rock…