Vitoria. Los cerca de 90 estudiantes que integran la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO) afrontan este verano el desafío de interpretar la quinta sinfonía de Mahler, una de las piezas más bellas y difíciles del repertorio sinfónico, que ofrecerán este mes en escenarios de las tres capitales vascas. La consejera de Cultura, Blanca Urgel, presentó ayer el programa de la formación junto al director de la misma, Juan José Ocón, en una comparecencia en la que, además, las obras sociales de las cajas BBK, Vital y Kutxa refrendaron su apoyo anual a la agrupación.

Ocón explicó que ésta será la segunda vez que la orquesta interpreta a Gustav Malher, ya que en el verano de 2006 trabajó Titán, su sinfonía número 1, lo que ya supuso un hito para la agrupación, según recordó el máximo responsable de la parte artística de la EGO.

La quinta obra sinfónica del compositor austríaco está considerada su pieza más universal y emblemática, así como una de las más conocidas por el gran público, sobre todo su cuarto movimiento, que inmortalizó Luchino Visconti en su película Muerte en Venecia.

"Hace seis meses que estoy estudiando esta sinfonía inquietante", comentó Juan José Ocón en referencia a la enorme complejidad que entraña la composición sinfónica elegida, cuya ejecución requiere unos 70 minutos "muy duros" de tensión ininterrumpida, por su riqueza instrumental y armónica, por su belleza plástica y sobre todo por el imprescindible virtuosismo que se necesita para interpretarla. Mahler, según describió la Joven Orquesta de Euskal Herria, está considerado como uno de los más grandes compositores de la historia, y figura clave del post-romanticismo. Curiosamente ha sido más conocido en vida por su trabajo como director de orquestas que por sus creaciones. Compuso diez sinfonías, algunas de ellas para formaciones de más de doscientos instrumentistas y con un dinamismo y vitalidad tan arrolladores que se han convertido en repertorio de referencia de las orquestas más importantes del panorama internacional.

Los jóvenes músicos, estudiantes de 16 a 26 años procedentes en su mayoría del País Vasco, aunque también hay de Navarra y alguna provincia limítrofe, trabajarán así la Sinfonía número 5 en do sostenido menor del creador austríaco bajo la dirección de Ocón y con la participación, como profesores, de ocho músicos pertenecientes a las sinfónicas de Madrid y Galicia, las orquestas Nacional de España y del Teatro Liceu, entre otras formaciones.

Después de los ensayos que se producirán estos días, la EGO ofrecerá el repertorio al público los próximos días 19, 20 y 21 en sendos conciertos en el Teatro Principal de Vitoria, el Kursaal de San Sebastián y el Euskalduna de Bilbao.