Vitoria. Si no han visto aún las cañerías reconvertidas en instrumentos de viento madera, miren con un poco más de atención y podrán leer -casi escuchar- el programa musical que, en apenas unas horas, se desplegará durante ocho días ininterrumpidos por diversos rincones de la almendra. Vuelve Jazzaharrean, y lo hace con un completo ciclo en el que, a la música, se añade además el cine. En el que también nuevos emplazamientos se adhieren a la ruta que, lejos de ser aperitivo del macrofestival del género, se ha convertido en un encuentro con personalidad y público propios. Con una identidad que ya va por la sexta edición.
Imbuido en plenas fiestas de Zaharraz Harro, el cartel de este año contribuirá, más si cabe, a seguir animando bares y calles del Casco Viejo desde mañana y hasta el jueves 7 con catorce conciertos, dos películas y una sesión de Djs que llegarán a dos nuevas sedes, las que ofrecen el museo Bibat y Erdizka Taberna.
Todo comenzará mañana mismo en uno de los tres escenarios donde, hace seis años, arrancó todo. Gora Taberna se teñirá del principal estilo que desplegará el festival durante este año, un funk que invade el programa a través de múltiples proyectos musicales. En este caso, a partir de las 20.00 horas, la formación encargada de desparramarlo desde las tablas será Corn Fakes, compuesta por miembros de bandas ya habituales del circuito soul-funk estatal desde hace años. Madrid es un foco donde -casi- todos los estilos derivan, y es allí donde ha surgido esta apuesta por covers y fiesta, por versiones de clásicos y mucho baile, ideal para comenzar la semana.
Como de costumbre -a ritmo de Azkena Rock Festival, para los que aún lo lleven en el cuerpo-, nada más finalizar un concierto comenzará el siguiente, y en este caso no habrá que viajar demasiado. Otra de las bases clásicas de Jazzaharrean, Parral Taberna, se encargará de tomar el relevo para continuar un ritmo que no flaqueará durante ocho jornadas, con el cantón como base de operaciones para el descanso y las caladas, en el primer año sin humo incluido.
El referencial Charlie Faber -que pinchará el viernes en el mismo local- los considera el mejor rhythm&blues facturado a nivel estatal. Roi Fontoira y Néstor Pardo (voces y guitarras); Santi González (saxofón); Nando González (trompeta); Jorge López (bajo); y Martín López (batería) son los responsables de esta máquina musical. Y, si no lo creen, pasen un segundo por el myspace y compruébenlo.
This only happens once es el título de su primer trabajo, repleto de swing y de vocación festiva que acompañan con baile. Música directa, repleta de matices y energía, y de su propia cosecha. Uno de los que se prometen como mejores encuentros del festival, y ya en su primera jornada, como el vino en Caná.
Escuchar y ver Entre la fragilidad y la destrucción, entre el grito y el lamento, entre la genialidad... y la genialidad. Chet Baker, icono del jazz y la tragedia, es el último protagonista de mañana en uno de los dos nuevos emplazamientos del festival. El museo Bibat abre sus puertas a la música de la mano del documental Let's get lost, que Bruce Weber dirigió en 1988 en torno a la figura del trompetista y cantante.
Let´s get lost surge de la fascinación del fotógrafo por el genio del jazz. Inicialmente la idea era hacer una serie de instantáneas, pero, tras la relación surgida entre ambos, terminó haciendo una película sobre la figura de Baker, el jazz y dos de sus pasiones: los coches y las mujeres. Nominada al Oscar al Mejor Documental y Premio de la Crítica en el Festival de Venecia -poco después del aparente suicidio de Baker en un hotel de Amsterdam- narra sus últimos días valiéndose de material rodado durante su última gira, y de entrevistas con él, sus esposas, hijos, amigos y novias. La otra cara del jazz... para un festival con muchas caras, que también se retratarán a través de un concurso organizado desde la Sociedad Fotográfica Alavesa.